En junio de 2019 la Duquesa de Cambridge apareció en el hipódromo de Ascot con un conjunto de falda y blusa azul pálido que levantó pasiones. Era un diseño de Elie Saab valorado en 3.240 euros. Millones de mujeres lo empezaron a buscar por internet y en la sede de la empresa china Shein sonaron las alarmas. Allí no solo saben lo que buscamos en Google y en las redes sociales, sino que recogen el big data de las tendencias de moda -los tejidos, colores y estilos más deseados- y analizan esa información con herramientas de inteligencia artificial para adelantarse y fabricar en tiempo real las prendas que se van a demandar.
Cuando detectan que una prenda es masivamente deseada, como ocurrió con el conjunto de la Duquesa de Cambridge, la fotografían y piden a su red de proveedores que confeccionen una versión barata -a veces incluye ligeros cambios- y esa nueva prenda la ofrecen en su catálogo digital (Shein solo vende por internet, no tiene tiendas), aunque todavía no haya empezado a fabricarse.
Fuente: ABC