La «locura» controlada de Marc Márquez

El piloto regresó a Jerez y recibió el visto bueno para correr este domingo, cuatro días después de operarse del húmero

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Seis días después de fracturarse el húmero derecho, y con el beneplácito del equipo médico, fijado el hueso con una placa tras una operación impecable el martes, Marc Márquez tiene previsto subirse a la Honda hoy. Las sensaciones que le ofrezca el hombro decidirán si mañana estará en la línea de salida del Gran Premio de Andalucía, de vuelta también su equipo cuando ya habían dado por perdida la carrera. Es un capítulo más de esa leyenda que alimenta MotoGP de recuperaciones extraordinarias. Como la de Valentino Rossi en 2017, quinto en Aragón 20 días tras fracturarse tibia y peroné; o la de Jorge Lorenzo, quinto en Assen 2013 tres días después de operarse la clavícula. «Es una de las mayores burradas que he hecho», admitió años después. Márquez sube la apuesta.

«Si las pruebas biomédicas y biomecánicas han dado un buen resultado en estabilización de la fractura y ha pasado un control, donde se le habrá objetivado que la movilidad, estabilidad y fuerza de ese miembro superior son correctas y suficientes, es que puede conducir una moto. Lo que tendrá es dolor, y tendrá que valorar cómo lo soporta durante la carrera, a pesar de los analgésicos», explica Francisco Santomé, responsable del servicio médico del Comité Paralímpico Español. Pero también admite: «A nivel de salud podría ser cuestionable, no solo porque la moto pese más de cien kilos, sino por los movimientos gravitacionales que ejerce en la aceleración, el freno, las curvas».

«Si hubiera afectación en el nervio ni siquiera podría mover la mano. Y aún así, la fractura de húmero es delicada. Puede proteger mucho el hueso, pero no está soldado. Una placa en una fractura de fémur es más estable que la de húmero. O la lesión de clavícula que, siendo complicada, es menor porque la fuerza que se ejerce sobre ella en una moto no es tan alta como la del brazo. Márquez es un profesional y sabrá manejar la moto con menos fuerza y más control, pero la inflamación continuará un par de semanas, los músculos sufren, tiene hematomas, las molestias son enormes, aun tratadas con analgésicos, limitantes e incomodísimas. Solo por el dolor, es una barbaridad, pero para estos deportistas, la motivación es mayor que el dolor. Y tendrá toda la información disponible para entender los riesgos», señala Santiago Arauz, jefe de la unidad de hombro de la clínica Cemtro.

Ambos médicos admiten que los pilotos, los deportistas en general, no son gente normal, sino que tienen el umbral del dolor y la ilusión por competir mucho más desarrollado que los demás mortales. De ahí que observen que la postura de los cirujanos sea la de informar. La decisión solo puede recaer en el paciente; en este caso, un Márquez capaz de casi caerse y remontar trece plazas antes de terminar por los suelos, que no dejará de luchar por el título, sobre todo en un Mundial tan exigente como el de 2020, y que habrá entendido a la perfección los riesgos.

«Es posible que Márquez no gane el domingo, pero si tiene la opción de puntuar, ¿por qué no intentarlo? Es respetable que la gente no entienda su decisión de correr, pero estamos hablando de un deporte de alto rendimiento», incide Santomé. «Todas las guías médicas indican que después de una operación no puedes hacer deporte de contacto hasta que el hueso no esté consolidado. Eso es lo académico. No se daría un alta deportiva en ningún otro caso como este. Tiene que ser bajo la responsabilidad del paciente. Pero no estamos hablando de personas corrientes. Esto es deporte, y espectáculo. Márquez lleva muchos años, tiene experiencia y entiende y asume los riesgos. No creo que nadie le haya dicho ‘hazlo, que tampoco esto tiene tanto riesgo’. A lo mejor solo quiere puntuar y administra la manera de correr. El problema es que no depende solo de él», replica Arauz.

Riesgos

«La lesión como tal no tiene un riesgo inherente, pero sí ante otra posible caída. Las zonas metálicas intraóseas pueden actuar de cizalla y hacer más daño», explica Santomé. «Si ya hay riesgo de caída en MotoGP, ahora mucho más. Si se vuelve a romper la solución es complicada y las consecuencias, graves. La gente de alrededor debería decirle que si quiere tener una carrera larga tiene que curarse bien esta lesión, pero para los deportistas es difícil pensar en las consecuencias más allá de este torneo y no se puede juzgar que sacrifique su salud del futuro por la carrera. Eso sí, el mensaje que se da a la sociedad es complejo: no se puede banalizar una lesión; tienen importancia y consecuencias», zanja Arauz.

Fuente: ABC

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