Con permiso de Filomena y el Covid, “Los Bridgerton” ha sido uno de los temas de conversación más recurrentes desde que se estrenase el pasado 25 de diciembre, pues en poco más de 3 semanas se ha colado en más de 70 millones de hogares.
La producción de Netflix tenía todos los ingredientes para convertirse en una de las más vistas: una mezcla entre “Orgullo y Prejuicio”, “Gossip Girl” y “50 Sombras de Grey” en donde se han añadido elementos destacables como los matrimonios interraciales o altos cargos ocupados por personas de color, nada habituales en el año en el que se desarrolla la trama, 1813. Si a eso le sumamos la visión creativa de su directora, Shonda Rhimes, que ya había ideado otras series de renombre como Anatomia de Grey, no es de extrañar que haya sido todo un éxito.
Pero, más allá de los buenos datos de audiencia, si hay un personaje cuya fama ha crecido como la espuma es el de Simon Basset, el Duque de Hastings, interpretado por Regé-Jean Page. Prácticamente un actor desconocido que antes del estreno de la ficción no pasaba de los 20.000 seguidores en Instagram y que acumula casi 3 millones. De la noche a la mañana ha pasado a convertirse en el más deseado de medio mundo, tanto que se rumorea que podría ser el nuevo Agente 007.
En estas líneas no vamos a contar su biografía porque nos desviamos de nuestro objetivo principal, que es el de intentar descifrar los códigos que lo han encumbrado dónde está entre las mujeres, aunque sí que aclararemos que nació en Zimbabue, donde vivió hasta los 13 años y después se mudó a Londres. Allí le entró el gusanillo de la interpretación y se formó en el British National Youth Theater, academia de la que han salido actores de la talla de Michael Fassbender o Tom Hardy.
¿Cómo ha logrado triunfar así?
Dicho esto, retomaremos nuestro discurso, ¿qué ha hecho el Duque de Hastings para convertirse de la noche a la mañana en una especie de mito erótico? Y lo más importante, ¿qué se puede aprender de él a la hora de incorporarlo al arte de la seducción?
Aunque su trabajado físico trabajado a golpe de boxeo y pesas y las escenas subidas de tono tengan algo que ver, lo que de verdad lo ha convertido en el más deseado es su personalidad. El típico ejemplo de hombre duro, con un pasado complicado que lo convierte en una persona prácticamente inalcanzable, que sin embargo cuando se deja rascar en la superficie, muestra una faceta mucho más frágil y con ganas de recibir cariño. Quizás suene demasiado evidente -y es que en parte es así-, pero por desgracia a priori lo que triunfa en el sector femenino es el anhelo de lo difícil.
Como mujer que escribe este tema tengo que confirmar la regla que muchas veces he querido desmentir sin éxito: triunfan los que no dejan todo al descubierto en la primera cita, aquellos que te dejan con ganas de más y que saben poco a poco cómo ir desvelando sus facetas en el momento justo. Lamentablemente es así. Y si al personaje de “Los Bridgerton” lo hubiesen puesto de buenazo empedernido en la primera escena, por muy atractivo que sea el actor, no hubiese cosechado tanto éxito, eso es así. También habría que tener en cuenta que Regé en la vida real no tiene ninguna novia reconocida y que suele ser bastante celoso con su vida privada dos factores que tienden a alimentar aún más el mito.
Todo un estratega
Así que, chicos, si estáis leyendo esto es porque en alguna parte de vuestro fuero interno queréis conocer los secretos a la hora de conquistar a las mujeres. Aunque no existe ninguna fórmula mágica, hay algunas normas que nunca fallan y que en “Los Bridgerton” se han visto desde el minuto uno: lo de ir de amigo tiene el riesgo de que al final entres en la barrera de la “friendzone”, así que nunca dejes de marcar cierta distancia. Guarda para ti algunos de tus secretos, o lo que es lo mismo, no seas un libro abierto, ¡hazte valer! Y un último apunte, por mucho que al sector femenino nos moleste tener que reconocer esto, al final en el 90% de los casos, es lo que funciona. Sed un poco malos, pero no mucho, que a la larga ya cansa.
Fuente: ABC