Los siete hábitos de las personas con una salud de hierro

Intentamos descubrir dónde están las claves para ser una de esas personas con aspecto extremadamente saludable

0
331

Aunque son casos raros, todos conocemos a alguna persona que nos genera una gran envidia por su salud a prueba de balas. Lo peor es que no solo la tiene, sino que además se siente en su vitalidad, en su físico con todo ‘en su sitio’, en el aspecto de su piel, en sus movimientos sorprendentemente naturales y armoniosos… vamos que aunque la perfección no exista, casi parecen tenerla ¿Esconden algún secreto para conseguirlo? La realidad es que no hace falta recurrir a extravagancias o métodos secretos de tradiciones milenarias escondidas en la selva. Es todo más sencillo, pero necesariamente debes prestar atención a tu manera de vivir en su sentido más completo. Hoy os traemos los siete hábitos que harán de ti una persona sana, tanto física como mentalmente. He puesto siete porque el número siete es un número muy popular, se le relaciona con la perfección, con la naturaleza e incluso con las deidades, motivo por el cual aparece frecuentemente en la mitología y en la religión. Así le doy un toque místico, pero seguro que se pueden resumir en tres o cuatro o ampliar a diez. El número no es lo importante.

Pasan el mayor tiempo posible al aire libre

Esta recomendación no vale si estás en las inmediaciones de Chernobyl, pero igual te ha sorprendido que lo primero no sea hacer esta o aquella rutina de ejercicios. Hay un denominador común entre todas las personas con una salud envidiable y es que todas intentan estar en contacto con la naturaleza en cuanto pueden. Unos harán surf, otros se van con la bici, otros son amantes de la montaña, otros dan largos paseos o simplemente buscan el relax sentados leyendo un libro en medio del campo. Hueco que encuentran, hueco que utilizan para conectar con la naturaleza. Aire limpio, sol, el sonido del silencio, exposición al frio y al calor. Ni más ni menos. Pasar ocho horas en la oficina, de ahí a casa o a hacer la compra y el fin de semana en un centro comercial, minan tu salud mucho más de lo que crees y no se soluciona si solo añades una hora encerrado en un gimnasio todos los días.

Invierten en comida de calidad

No se trata de comprar un alga extrañísima, ni de si algo es ultraprocesado o no. La gente sana priorizará el gasto en su cesta de la compra a, por ejemplo, las cañitas tras el trabajo. Por supuesto hay gente con capacidad económica para todo, pero no es cuestión de dinero, hay personas que pueden gastar lo que quieran en el supermercado y su carrito lo llenan de basura. Priorizar productos frescos, de temporada, buscar fuentes de proteína de calidad, que haya variedad en nuestra despensa… dedicar un tiempo a planificar y pensar lo que vamos a comer en resumen. Esto no significa volverse loco y hacer todo difícil y rebuscado.

Duermen ocho horas cada noche

Posiblemente este es el mayor déficit de la población actual. Aunque lo intentemos es muy complicado conseguir ocho horas de sueño muchos días del año. Ya sea por trabajo, compromisos familiares, sociales o simplemente porque nos desvelamos de la manera más tonta, dormimos siempre menos de lo que deberíamos y eso afecta como no podemos imaginar a nuestra capacidad de rendimiento, la pérdida de grasa y la ganancia de masa muscular. Mucha gente que presta atención a todo en su vida excepto a las horas de sueño, acaba por no obtener los resultados esperados. Todos lo hemos leído pero cuesta aplicarlo: desconecta dispositivos electrónicos antes de irte a dormir, intenta que las horas de acostarte y levantarte sean regulares y evita el ejercicio vigoroso a última hora del día ya que puede activarte y hacerte difícil conciliar el sueño.

Prestan atención a sus posturas y sus movimientos

Todavía no hemos hablado de ejercicio ¿verdad? Claro, porque muchas personas creen que apuntándose a un gimnasio y nada más mejorarán su salud por arte de magia, sin descansar, sin comer bien y sentándose luego en su ordenador durante ocho horas enroscados como un churro y caminando encorvados o levantándonos de la cama con un gesto de torsión de tu tronco que duele solo con verlo. Presta atención a cómo te mueves, a tus posturas. Si no es así puedes estar haciéndote mucho daño a largo plazo y además nunca vas a dar la sensación de ser alguien sano. Fíjate en esas personas a las que consideras con muy buena salud y mira cómo se sientan y cómo se levantan.

Estiran y mantienen la movilidad de su cuerpo

Las personas sanas incluso con su aparente salud inalterable van al fisio de vez en cuando e invierten unos minutillos al día en estirar un poco, darse un pequeño masaje con una pelota de lacrosse o un rodillo de foam y trabajan algo de movilidad articular. Cuando todo este conjunto de cosas va en paralelo a un programa de actividad física, las mejoras son mucho mayores. Estamos hablando de cinco o diez minutos, por si crees que es imposible encontrar el tiempo para todo.

Entrenamiento de fuerza al menos 3 días a la semana

Tres días es el mínimo para mantener tu salud muscular a largo plazo. Como en otras tantas cosas no hay que complicarse la vida. Una persona fuerte y saludable hace que su entrenamiento pivote alrededor de los grandes movimientos de tirón y empuje: sentadillas, pesos muertos, press de hombro, press de banca y dominadas. Piensa en movimientos y no en ejercicios, siempre que entrenes con un objetivo de mejorar tu movimiento podrás hacerlo toda la vida, si piensas en batir récords dependiendo de tu nivel igual se te acaba el ‘carrete’ muy muy pronto. No hace falta entrenar mucho, si aplicas intensidad, con 45 minutos tres días a la semana puedes tener una base para mantener tu estado de forma en un nivel razonablemente bueno. Recuerda que si con treinta años no vas bien de masa muscular, será mucho peor por encima de los sesenta. A quienes echen de menos el famoso ‘cardio’ solo decirles que se puede hacer mucho cardio entrenando fuerza y volviendo al primer punto de la lista: haz cardio subiendo a un monte y no en una puñetera cinta o elíptica, hazte ese favor.

Prestan atención a su respiración y meditan

No se trata de misticismo. Presta atención a tu respiración, se estima que aproximadamente un 60% de la población no respira correctamente (me incluyo) y sobre todo se debe a que no estamos respirando por la nariz, así de sencillo. En muchas ocasiones ocurre por una falta de atención a la manera en la que lo hacemos, por ello dedicar algo de tiempo a meditar en el sentido de aislarnos de cualquier otro estímulo que no sea el tomar conciencia de nosotros mismos es algo que las personas saludables integran en sus rutinas. No se trata de ponernos en posturas complejas de yoga mirando una puesta de sol con los ojos en blanco. Un paseo por un parque tranquilo sin música ni móvil, sentarse en silencio y dedicar unos minutos a pensar, parar un momento y dedicar un minuto a respirar profundamente sin ocuparnos de nada más….

Estos siete hábitos pueden cambiar una vida, no te sientas mal si ninguno de ellos forma parte de tu rutina, en lugar de ello ponte las pilas elige uno o dos de ellos y empieza a prestarles atención cada día. Poco a poco podrás ir integrando más y sentirás como sus beneficios se multiplican exponencialmente, es tan satisfactoria la sensación que posiblemente no habrá marcha atrás. Ánimo en el proceso y que la fuerza te acompañe.

Fuente: abcblogs

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here