¿Qué sería de la historia de la gastronomía si las expediciones a América nunca hubieran sucedido? Desde luego, es difícil imaginar tapeos sin pinchos de tortilla de patatas, ensaladilla rusa o patatas bravas. Tres imprescindibles del ‘tipical Spanish’ que tienen como protagonista absoluta la patata. Los pueblos oriundos de los Andes, en Perú, cultivaron la patata durante siglos. Pedro Cieza de León fue su principal valedor en España. En 1560 llenó una embarcación con varias toneladas de patatas. Tardó más de un siglo en que comenzara a consumirse de manera generalizada y regular y terminó convirtiéndose en el mejor recurso para paliar las terribles hambrunas que asolaban Europa periódicamente.
En cualquier caso, comenzó siendo una planta ornamental y pasó a ser alimento imprescindible para la supervivencia. La parte que se consume no es su fruto sino el tubérculo, es decir, el tallo subterráneo. Además de barata y de fácil cultivo, la patata es un alimento repleto de propiedades. Contiene un 82% de agua y es muy saciante y de fácil digestión. Rica en vitamina C, potasio, fósforo, magnesio, hierro, calcio y sodio. Todo un tesoro nutricional en este humilde alimento que tiene múltiples posibilidades de preparación y que absorbe los sabores de los ingredientes que la acompañan.
A pesar de que hay quien deja de consumirla en las dietas de adelgazamiento, una patata aporta solo 139 calorías provistas mayoritariamente por hidratos de carbono complejos y proteínas. No tiene colesterol y apenas grasa con ocho gramos de fibra en cada unidad aproximadamente.
Soporta cocciones en agua, al vapor, al horno, fritura y puede consumirse solo con un poco de aceite, sal y pimienta o más elaborada en purés, espumas, soufflés, guisos o, por supuesto, la típica tortilla de patatas. Además, de plato principal es también una guarnición perfecta y combina con todo tipo de alimentos, carnes, pescados o verduras. En los últimos años, junto a la tradicional patata, hemos visto proliferar numerosas variedades de tamaño, textura, incluso color, con las curiosas patatas violetas.
Beneficios
- Cuenta con numerosas vitaminas y minerales: Vitamina C, B6, potasio, magnesio, manganeso, fósforo, niacina y folato.
- Neutraliza los radicales libres gracias a sus antioxidantes.
- Su almidón resistente, no se descompone y permite que se absorba completamente.
- Ese almidón también ayuda a mejorar las digestiones.
- Es un alimento saciante.
- Mantiene el azúcar en sangre en niveles adecuados.
- Favorece el sistema inmunitario.
Tipos más comunes
Monalisa: Es la más vendida en la actualidad. Con forma regular son muy versátiles para todo tipo de cocinados y absorben poco aceite.
Kennebec: Tienen indicación geográfica protegida en Galicia y en Cataluña. Suele ser ideales para los guisos.
Spunta: Tiene forma alargada y resulta perfecta para incorporar en ensaladas.
Agria: La más adecuada para freír, tiene pocos azúcares y es alargada y oscura.
Red Pontiac: De color rojo por fuera y blanco por dentro, es perfecta para cocer y guisar por su textura arenosa que ayuda a ligar los caldos.
Fuente: ABC
