Peeling facial: qué es y por qué el otoño es el mejor momento para hacerlo

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Corregir las manchas, suavizar los poros, tratar las cicatrices del acné o rejuvenecer la piel son algunos de los beneficios de este tratamiento estético

El ‘peeling’ facial, conocido también como exfoliación química o dermoabrasión, es un tratamiento estético que ayuda a regenerar la piel para que tenga un aspecto más saludable y bonito. ‘Peel’ en inglés significa pelar y eso es precisamente lo que hace, eliminar las capas superficiales de la piel para estimular su renovación natural. La piel se renueva de forma constante cada 28 días, pero conforme pasan los años ese proceso se ralentiza, lo que provoca la aparición de imperfecciones como las manchas, los poros dilatados, las arrugas, etc. Hay que tener en cuenta que, aunque en casa también es posible hacerse un ‘peeling’, en los centros estéticos se usan concentraciones más altas.

¿Para qué sirve un peeling facial?

Al ejercer esa renovación de las capas más superficiales de la piel, el peeling permite tratar diversos problemas «el engrosamiento de la piel, las arrugas, las manchas, la queratosis actínica, secuelas del acné, el fotoenvejecimiento… En general, después del peeling, el cutis se va a ver más suave y luminoso, y, además, favorece la absorción de cosméticos como sérums e hidratantes». Los peelings faciales están recomendados para todas las personas que quieran regenerar su piel, porque la notan apagada, sin luminosidad, con un tono cetrino, envejecida… Y es una excelente opción de mejorar algunas manchas como el melasma.

El otoño y el invierno, los mejores momentos

Después de un peeling la piel está muy sensible y no puede exponerse al sol, por eso los expertos recomiendan someterse a este tratamiento en otoño o en invierno, cuando la exposición es menor. «El otoño es la época idónea porque después del verano, la piel sufre deshidratación por el sol, se ha engrosado la capa córnea, hay fotoenvejecimiento y un peeling renueva y regenera la piel, además de facilitar la hidratación», apunta María Pérez de Villaamil.

Tipos de peelings

Hay tres tipos de peelings: mecánico, enzimático y químico.
Hay tres tipos de peelings: mecánico, enzimático y químico. – Pexels

Una de las claves de este tratamiento es que el profesional puede personalizarlo para tratar cada piel de forma diferente y según sus necesidades. Por eso es aconsejable acudir a un centro de prestigio. Elena Ramos y Marta Barrero, farmacéuticas, expertas en dermocosmética y directoras de The Secret Lab, explican que existen tres tipos de peelings en función de su manera de actuar sobre la piel. «Los mecánicos o scrubs presentan un poder de renovación bajo y, además, pueden ‘arañar’ la piel por la fricción que es necesaria realizar para que actúen. El peeling enzimático emplea enzimas vegetales capaces de penetrar en la piel mediante la humedad, por lo que es ideal para las dermis más sensibles. La exfoliación química utiliza ácidos que eliminan las células muertas de la piel descomponiendo también los lípidos, por lo que se consigue un máximo arrastre. Estos ácidos esenciales se clasifican en alfa hidroxiácidos (como el ácido glicólico o el láctico) y beta hidroxiácidos (como el mandélico o el salicílico). En contacto con la piel, eliminan las células muertas, dejándola pulida, suave y muy luminosa».

Cuántas sesiones son necesarias

El objetivo que se busque con el peeling y el tipo y estado de la piel va a determinar el número de sesiones necesarias, pero en líneas generales Elena Ramos y Marta Barrero, de The Secret Lab, señalan que «hacerse un peeling de vez en cuando ayuda a mantener la piel limpia y luminosa, pero, si lo que se busca es un trabajo más profundo, como corregir una arruga, una marca de acné o suavizar una mancha, la recomendación es realizar un mínimo de seis peelings, uno cada 15 días, hasta alcanzar el objetivo».

Recomendaciones antes y después de un peeling

Uno de los inconvenientes de los peelings es que la piel se pela pasados unos días, y presentará enrojecimiento, picor, deshidratación… Precisamente por eso la doctora Laura López Rodríguez, médico estético en The Beauty Concept, aconseja «si se tiene un evento, realizar el peeling aproximadamente entre 7 y 10 días antes. La recuperación depende del tipo de peeling. En los superficiales, la piel se recupera aproximadamente en una semana, ya que la exfoliación suele durar entre 2 a 4 días».

Además, después de un peeling no se puede exponer la piel al sol, porque es mucho más sensible, por lo que hay que usar cremas con protección solar alta y reaplicar cada dos horas para evitar la aparición de manchas.

En casa, la doctora Laura López Rodríguez aconseja «lavar la cara con un jabón o crema limpiadora suave, y secar la piel con un paño suave y a toquecitos las primeras 24 horas después del tratamiento. Es muy importante realizar una hidratación adecuada de la piel varias veces al día para aliviar el picor y la descamación. Esperar unos 10 días aproximadamente para usar una crema con ácido retinoico o despigmentante».

Por: Araceli Nicolás

Fuente: https://www.abc.es/estilo/belleza/abci-peeling-facial-y-otono-mejor-momento-para-hacerlo-202111070103_noticia.html

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