¿Qué hacer si pillas viendo porno a tu hijo?

El 18,5% de jóvenes entre 15 y 19 años accede a contenido adulto o pornográfico a diario y el 23,6% ha subido (o se lo ha planteado) contenido erótico o sexual a la red para conseguir seguidores o beneficios económicos

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Se trata, sin duda, de una de las situaciones que a ningún padre le gustaría

Se trata, sin duda, de una de las situaciones que a ningún padre le gustaría encontrarse: ver a su hijo viendo pornografía. Sin embargo, el acceso tan temprano que tienen los niños a las pantallas y el rápido aprendizaje de su manejo, hace que cada vez sea más sencillo que estas imágenes caigan en sus manos.

Muchos padres no han hablado todavía de sexualidad con sus hijos, pero ante tal escenario no les quedará más remedio que adentrarse en el tema de lleno. «Se trata de una situación muy violenta encontrar a un hijo viendo pornografía. Nadie lo pone en duda —apunta Vanesa de la Cruz, de Educación Conectada (BBVA y Fad Juventud) y psicóloga—, pero cuando eso ocurra lo primero que hay que hacer es mantener la calma. Nada de gritar, de preguntarle ‘¿Cómo se te ocurre?’, no juzgarle ni castigarle. Si unos padres ven que no pueden mantener la calma y su cuerpo les pide gritar o estar fuera de sí, lo mejor es que no digan nada, se marchen de la habitación e intenten calmarse».

Una vez conseguido es momento de regresar. «Con voz tranquila se le puede preguntar qué estaba viendo y hay que dejar que el niño se exprese, pero sobre todo es fundamental preguntarle qué le parece lo que ha visto. Una vez que tenemos su percepción del asunto, y en función de la edad del menor, resulta importantísimo explicarle que esas escenas forman parte de una película de ficción preparada para tal efecto en la que actúan actores, y no se corresponde con las relaciones sexuales que mantienen los adultos en la vida real».

Según esta psicóloga es fundamental que se aproveche la conversación para hacerles saber que la sexualidad «no es violencia como aparecen en las imágenes y, peor aún, cuando se da a entender que la mujer tiene que renunciar a su propio placer para satisfacer los deseos del hombre, el placer femenino es totalmente secundario. Hay que desmitificar el placer masculino a toda costa, no permitir la cosificación de la mujer y basar la sexualidad solo en el coito porque en la vida real hay comunicación, afecto y consentimiento. Además, hay que incidir en la importancia de utilizar protección en las relaciones sexuales para evitar la transmisión de enfermedades y embarazos no deseados».

Consumir porno a escondidas

En definitiva, en esta conversación, Vanesa de la Cruz destaca por encima de todo hablar con calma y sentido común y no olvidar tres pautas esenciales: hablar con naturalidad, responder todas las preguntas que hagan los niños al respecto y, por último, hacer hincapié en que la pornografía es ficción y en la realidad hay comunicación, afecto y consentimiento.

Pero la cuestión no es solo que los padres descubran a sus hijos viendo porno. La realidad deja de manifiesto que la mayoría de adolescentes consumen pornografía a escondidas, muchos progenitores lo desconocen, y además, no suelen acudir a sus padres para resolver sus dudas. «La mayor parte de los padres siente vergüenza al tratar estos temas porque culturalmente a ellos su progenitores tampoco les hablaron de sexo. Pero hoy es imprescindible que lo hagan porque, de lo contrario, si los hijos tienen cualquier duda van a acudir a su mayor fuente de información que tienen a su alcance, que es internet, por lo que su información no va a ser la adecuada», explica De la Cruz.

Es más, según datos de Fad Juventud, el 18,5% de jóvenes entre 15 y 19 años accede a contenido adulto o pornográfico a diario e, incluso, el 23,6% ha subido (o se lo ha planteado) contenido erótico o sexual a la red para conseguir seguidores o beneficios económicos.

Con la intención de ayudar a dar mayor naturalidad a este tema para que los menores no caigan en el riesgo de ver afectada su sexualidad en el futuro condicionada por «actos o cuerpos exuberantes que no se dan en la mayoría de los casos, BBVA y Fad Juventud, a través de la iniciativa Educación Conectada, hemos puesto a disposición de las familias con hijos preadolescentes y adolescentes el videotutorial ‘Qué hacer si descubres a tu hijo viendo porno’. Se trata de una iniciativa abierta y gratuita que intenta ofrecerles recursos y claves para afrontar este asunto en el ámbito familiar. En concreto, los contenidos ahondan en cuestiones como el tipo de pornografía que tienen a su alcance, si es o no efectivo utilizar control parental o algunos consejos prácticos para afrontar una conversación sobre pornografía en casa.

Durante el tutorial, la experta en pensamiento crítico, Estefanía de Anta, ofrece algunas reflexiones sobre qué aspectos se deben enseñar. De Anta insiste en que «la pornografía ofrece una imagen distorsionada de la sexualidad porque además de esa parte biológica y de instintos primarios, tiene un componente afectivo, tiene un componente ético donde entran en juego los valores y tiene un componente racional. Es labor de los padres dar a los jóvenes una visión completa de lo que es la sexualidad para que no vayan a la fuente, que es internet y solo encuentren la pornografía».

Fuente: ABC

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