¿USARÍAS UN ANTICONCEPTIVO QUE REDUJESE TU ESPERMA? (NO, NO REDUCE EL DESEO SEXUAL)

Un gel hormonal sexual para hombres que se aplica en la piel demuestra una gran eficacia anticonceptiva al suprimir la producción de esperma sin rebajar la libido. Mientras, y solo en fase de estudio, un dispositivo ultrasónico promete el mismo resultado... o parecido.

0
213

Los dos métodos son reversibles y han demostrado tener mínimos efectos secundarios, pero hay algunas diferencias. El primero forma parte de un ensayo clínico internacional según el cual la combinación de testosterona y estrógeno sintético (Nestorone) bloquea la producción de espermatozoides hasta unos niveles en los que el varón puede considerarse técnicamente estéril, sin afectar a su deseo sexual. El segundo es un gadget, con un aspecto entre tazón y altavoz inteligente, que solo con saber que se conoce como “baño de testículos” ya parece más difícil asegurar que vaya a sostener la segunda de la premisas, lo la libido. Vamos por partes.

Considerado como el ensayo en desarrollo más prometedor de los últimos años en el terreno de la anticoncepción masculina, el estudio sobre el gel hormonal ha sido promovido por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos y en él han participado 420 parejas en edad reproductiva y sin ningún problema de fertilidad. Se trata de un gel transdérmico que se aplica diariamente en los hombros y en la parte superior del brazo y se estima que su ensayo se completará en 2023. En declaraciones a la BBC, John Reynolds-Wright, director del estudio de la Universidad de Edimburgo, aseguró que se espera que el producto alcance una tasa de efectividad como la de la píldora anticonceptiva, es decir, entre el 97 y el 99 por ciento.

El objetivo es un anticonceptivo no hormonal. Y es que efectos secundarios como acné o depresión –habituales en la píldora femenina– hace que se detengan de inmediato los ensayos con hombres

Por su parte, el dispositivo ultrasónico está basado en ensayos anteriores sobre anticonceptivos masculinos hechos por la fundación Parsemus, una organización estadounidense sin ánimo de lucro enfocada a apoyar estudios en prueba. El aparato en cuestión se llama Coso, todavía no se ha probado en humanos y explicarlo resulta más difícil sin caer en imaginar cómo remonta uno la escena después de su utilización. Así que vamos a intentar ser literales con la descripción de su propia creadora. Rebecca Weiss, graduada en diseño industrial en la Universidad de Munich: «El usuario pone agua en el dispositivo hasta la marca indicada que se establece junto con un médico, de acuerdo al tamaño de los testículos. Luego, el agua se calienta y está listo para el tratamiento con ultrasonido. El usuario abre las piernas y se sienta para colocar los testículos en el dispositivo. El proceso continua durante unos minutos». Fin de la cita.alternative textDispositivo testicular. El dispositivo sobre el que colocar los testículos para calentarlos y reducir la carga de esperma puede resultar intimidante, pero se basa en estudios sólidos: elevar la temperatura reduce sustancialmente la producción de esperma. Y no afecta a la virilidad.

Pero tampoco se trata de subestimar el método ‘de la temperatura’. Pierre Colin, geólogo de formación, lleva años investigando en este sentido; cómo articular el hecho de que aumentar la temperatura de los testículos de 34 a 37 grados puede detener la producción de esperma. La propuesta de Colin, según cuenta en The Guardian, es una especie de suspensorio, pero también hay artefactos en forma de ‘anillo’.  La ventaja del método térmico es que no implica hormonas y, aunque invite a la broma, es, en realidad, un síntoma de que la investigación en anticoncepción masculina comienza a tomarse en serio.about:blank

Las farmacéuticas ven «incierto» el mercado

Mientras que las mujeres comenzaron a utilizar la píldora como anticonceptivo en la década de 1960 en Estados Unidos, la investigación sobre su equivalente masculino ha ido mucho más lenta.

En los años 70 en Estados Unidos se llevaron a cabo los primeros ensayos de una mezcla hormonal inyectable de testosterona y progestágenos para detener la producción de esperma. Y mostraron resultados prometedores. A principios de los 90, la Organización Mundial de la Salud reclutó a 271 parejas de siete países para participar en un ensayo similar. De nuevo, los resultados fueron alentadores, ya que solo se produjo un embarazo, pero las empresas farmacéuticas no estaban dispuestas a invertir los 1.000 millones de dólares necesarios para desarrollar un fármaco, alegando que el mercado masculino era «incierto».

El aparato de ultrasonidos requiere que el usuario coloque los testículos sobre el dispositivo durante unos minutos

En realidad, el factor más determinante es el miedo de los hombres a perder su virilidad, por mucho de que los expertos aseguren que los anticonceptivos masculinos no reducen la libido. Lo que sí pueden tener es otros efectos colaterales, exactamente igual que los femeninos. En 2016, un ensayo de hormonas inyectables se detuvo después de que 20 hombres abandonaran por un aumento del acné y la depresión, efectos secundarios comunes de la píldora que toman las mujeres.

Ahora se está llevando a cabo un estudio con un anticonceptivo no hormonal desarrollado por científicos de la Universidad de Minessota que se ha probado en ratones y que tiene una eficiencia cercana al cien por cien. También en este caso, el proceso es reversible y los animales recuperaron la fertilidad después de cuatro a seis semanas. El próximo paso es empezar ensayos clínicos en humanos que, según explican, podrían empezar este mismo año. «Queríamos desarrollar un anticonceptivo masculino no hormonal para evitar efectos secundarios», asegura Abdullah Al Noman, del laboratorio de Gunda Georg en la Universidad de Minnesota y uno de los autores del ensayo que demuestra que actuar sobre la proteína denominada receptor alfa del ácido retinoico (RAR-α), implicada en la formación de espermatozoides, los hace temporalmente estériles sin efectos secundarios.

El 79 por ciento de los hombres españoles dicen estar dispuestos a compartir la responsabilidad anticonceptiva con sus compañeras

«Múltiples estudios demuestran que los hombres están interesados en compartir la responsabilidad anticonceptiva con sus compañeras», explicaba Al Noman durante la presentación de su ensayo sobre la píldora masculina. En España, concretamente el 79 por ciento. O al menos así lo recoge la encuesta realizada por la compañía We-Vibe e YLabs, institución de investigación del Laboratorio de Innovación de la Universidad de Harvard (Estados Unidos). Los investigadores, que entrevistaron a más de 3500 personas y a siete expertos en sexualidad de Canadá, Francia, Alemania, Suiza, Reino Unido, Estados Unidos y España, descubrieron que, en la mayoría de categorías, los hombres españoles se sitúan a la cabeza en cuanto a predisposición para recibir este fármaco.

Fuente: ABC

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here