Los hijos de Scottie Pippen y Shaquille O’Neal, a los Lakers

Los californianos, sin opciones de hacerse con las grandes promesas del draft, fichan a los retoños de las dos leyendas

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El futuro de la NBA hizo acto de presencia en el Barclays Center. El hogar de los Brooklyn Nets, como es habitual por estas fechas, se transformó en la madrugada de este viernes en la sede de la ceremonia del draft, una noche intensa, repleta de llamadas y chismorreos, en la que las 30 franquicias de la liga estadounidense escogen para sus plantillas a las grandes promesas del mundo del baloncesto. El número uno fue para el estadounidense con pasaporte italiano Paolo Banchero, que jugará en los Orlando Magic la próxima temporada. Con la segunda elección, los Oklahoma City Thunder apostaron por el llamativo físico de Chet Holmgren (un alero de 2,13 metros) y Jabari Smith, que tenía todas las papeletas para ser el ‘pick’ número uno, salió elegido en la tercera plaza y llevará su talento a los Houston Rockets.

Ya seleccionados los 87 afortunados que tendrán un contrato profesional asegurado la próxima campaña, fueron Los Angeles Lakers, tras una temporada desastrosa, quienes decidieron ponerle algo de picante a la sobremesa. De entre las decenas de jugadores que no consiguieron ser ‘drafteados’, destacaban dos jóvenes, más por sus ilustres apellidos que por sus actuaciones sobre la cancha, y los californianos, sin mucho que decir durante el evento (se desprendieron de la mayoría de sus ‘picks’ en 2019 al fichar a Anthony Davis), decidieron apostar por la herencia: Scottie Pippen Jr, hijo de Scottie Pippen (seis anillos de la NBA), y Shareef O’Neal, hijo de Shaquille O’Neal (cuatro anillos) se convirtieron en nuevos jugadores de la franquicia más laureada de la historia, aunque no lo tendrán fácil para hacerse un hueco en la rotación angelina.

Pippen Jr. (21 años) ha demostrado en las últimas tres temporadas en la universidad de Vanderbilt que es un anotador tenaz pese a sus escasos 185 centímetros, obstáculo que le ha dejado sin puesto en el ‘draft’. Pese a todo, los Lakers le firmarán un contrato prorrogable de 45 días en los que deberá demostrar que puede ser una pieza útil en el renacer del equipo. Los ojeadores ven algo especial en su baloncesto. Más complicado lo tiene Shareef, que jugará la pretemporada con los Lakers pero sin nada asegurado de cara al inicio de la competición. El pívot de 22 años (2,11 metros) ha decidido hacer oídos sordos a los consejos de su padre, que lo veía verde para dar el salto a la NBA este verano (en su ultima temporada universitaria solo promedió 2,9 puntos por partido), alegando que el destino le llamaba: «Fue increíble ponerme esa equipación, como si hubiera nacido para jugar en los Lakers. Crecí animando a este equipo, así que esto es un sueño, un gran honor. Es el equipo en el que ganó anillos mi padre».

Prosperan las sagas familiares en la NBA. Gary Payton II, hijo del mítico Gary Payton, acaba de proclamarse campeón con los Golden State Warriors, un equipo liderado por Stephen Curry, retoño de Dell Curry, respetado tirador con 14 años de carrera a sus espaldas, y hermano de Seth, escolta de los Nets. También corretea por sus canchas Domantas, hijo de Arvydas Sabonis, aunque es el linaje de LeBron James, ‘Bronny’, el que más miradas atrae, pues la estrella de los Lakers ha asegurado en varias ocasiones que quiere retirarse junto a su hijo, que podrá desembarcar en la NBA el año que viene: «Donde él esté, allí iré yo».

Fuente: ABC

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