De las seis playas públicas galardonadas con Blue Flag, que se ubican en la zona hotelera, sólo Las Perlas y Chac-Mool ofrecen un aspecto digno del distintivo, en tanto que Coral, Delfines, Ballenas y Marlín distan mucho de estar a la altura, al presentar un mobiliario en malas condiciones y no contar con buenos accesos a personas discapacitadas, lo que impide que disfruten del mar.
Algunas carecen de contenedores para separar la basura, se permite el ingreso de ambulantes e incluso envases de vidrio y el estado de las torres de los guardavidas, quitando honrosas excepciones, es francamente deplorable.
Coral es una de las más castigadas: por su lejanía de lugares habitados (salvo el parque acuático) y nula vigilancia una vez se retira el personal de Zofemat, las instalaciones han sido objeto de actos vandálicos e inclusive, según un elemento de la dependencia, la bandera azul no se puede alzar porque se robaron la soga que la sube y baja.
No obstante, trascendió que las banderas no se izan en las playas certificadas cuando no hay guardavidas y, efectivamente, ni en Coral ni en Ballenas se observó la presencia de elementos de Protección Civil y, curiosamente, tampoco las Blue Flag ondeaban al viento.
Además de los desperfectos en botes de basura y algunos barandales, los actos vandálicos en Coral han llegado al extremo de romper las tuberías que llevan agua desde los depósitos hasta los baños y, para evitar mayores tropelías, se decidió enterrarlas, proceso en el que se encuentran en estos momentos.
En Delfines, los botes para separar la basura presentan un aspecto descuidado y se hace necesario sustituir algunos, nunca se volvió a instalar el techado del mirador y el acceso a la playa para vehículos oficiales está en terribles condiciones, sin contar con que no existe un solo lugar por el que una persona en silla de ruedas pueda llegar hasta los arenales, viéndose limitada a observar el mar de lejos.
Para colmo, la bandera blanca de Playa Limpia que ondea en este balneario no pertenece a Delfines sino a Las Perlas, primera playa que obtuvo este galardón, mucho antes que Delfines.
La playa pública Ballenas se limita al tramo de arenal comprendido entre los hoteles Hard Rock y Secrets, demasiado reducido y aunque en este balneario los accesos son aceptables, claramente no se respeta el estacionamiento exclusivo para usuarios de la playa, en virtud que la mayor parte de los cajones están acaparados por trabajadores de los hoteles cercanos y en muchas ocasiones, cuando llegan bañistas, encuentran la sorpresa de que no hay un solo espacio libre.
En lo que respecta a Marlín, los barandales presentan un aspecto deplorable, faltan tramos enteros que se sustituyeron por cuerdas e inclusive se llegó al extremo de pintar líneas rojas en las partes en las que el usuario no tiene dónde apoyarse al caminar.
Fuente: POR ESTO!
