Los candidatos de Claudio

Al final, después de horas de discursos, de egos, de que se les fue la transmisión, la pasarela para Claudio fue sólo lo que dijo Aureoles: una foto para que todo mundo sepa que se juntaron.

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Se juntaron para tomarse una foto juntos. Al menos así lo concluyó uno de sus participantes, Silvano Aureoles: “En la mañana ya hicimos todo: estar unidos y que los medios lo vieran”. Eran los mismos de siempre, según lo anunció la exdiputada local de Michoacán, Ana Luz Díaz: Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán acusado de irregularidades durante su Gobierno por 50 mil millones de pesos; Lilly Téllez, exconductora de TVAzteca, firmante de la Carta de Madrid del grupo fascista Vox, quien ha dicho que la Guardia Nacional son “edecanes de lujo”; Miguel Ángel Mancera, exjefe de Gobierno del DF, bajo cuyo manto creció el Cártel Inmobiliario; Enrique de la Madrid, exsecretario de Turismo con Peña Nieto y que pagó 47 millones de dólares, 940 millones de pesos, por un espectáculo del Cirque Du Soleil; José Ángel Gurría, señalado, cuando fue Secretario de Hacienda, de haberle hecho favores fiscales a las empresas de la familia de Ernesto Zedillo cuando era su jefe; Romero Hicks, miembro del grupo ultraderechista El Yunque y director de Conacyt con Felipe Calderón; Santiago Creel, Secretario de Gobernación de Vicente Fox; Beatriz Paredes, quien presuntamente recibió 10 millones del erario del estado de Chihuahua en tiempos del hoy preso César Duarte; Claudia Ruiz Massieu, secretaria general del PRI y sobrina de Carlos Salinas de Gortari; Demetrio Sodi, exdelegado en Miguel Hidalgo, al que se le denunció por no comprobar 203 millones de pesos durante su gestión; y Gustavo de Hoyos, el exdirigente empresarial que ha prometido “emular” al Presidente de El Salvador, Bukele, con las aprehensiones a destajo de 70 mil personas en dos meses, y que también se ha declarado promotor de la pena de muerte.

Bajo los membretes de “Unidos”, “Sí por México, “Frente Cívico Nacional”, “Marea Rosa”, se juntaron los altos dirigentes de los partidos políticos para rendirse ante algo que llaman “Sociedad Civil” y que no es más que la convocatoria de Claudio X. González. La exdiputada local de Acción Nacional, Ana Luz Díaz, presentó el acto en cuyo escenario había cinco sillas de plástico blanco. Se irían llenando de ponentes como Luis Carlos Ugalde, responsable del IFE cuando el fraude electoral de 2006 y Diego Valadés, Procurador de Salinas de Gortari y quien inicialmente investigara el asesinato de Colosio en 1994 o José Ramón Cossío, artífice de los amparos de Clauido X. González contra todas las reformas de la 4T—, y de moderadores como José Antonio Crespo del Canal Once, Xóchitl Gálvez sin disfraz de dinosaurio pero no obstante, y Marieclaire Acosta, quien trabajó en el equipo de transición de Vicente Fox en el 2000.

Hago el recuento de los asistentes al foro de la “Sociedad Civil” porque resulta interesante que haya varios exfuncionarios tanto de Fox y como de Salinas de Gortari, dos grupos políticos del antiguo régimen que desean volver, al menos para no ser denostados. La exdiputada del PAN, Díaz, le dio, además un agradecimiento especial a Guadalupe Acosta Naranjo del PRD, quien ahora se esconde bajo la fachada “civil”, con algo llamado “Frente Cívico Nacional”, pero todavía nos acordamos que él fue quien impulsó la candidatura de José Luis Abarca como Presidente Municipal de Iguala, hoy preso por la desaparición de los 43 de Ayotzinapa. La conductora del acto también dijo: “Nos acompaña Francisco García Cabeza de Vaca por streaming”. A esta galería nocturna sólo le faltaba el exgobernador de Tamaulipas acusado de nexos con el narcotráfico, tanto por la justicia mexicana como por la de Estados Unidos, en constante “streaming” para huir de la justicia.

Pero si sólo se juntaron para una foto, ¿cuál era la urgencia? Es una oposición que tiene los medios de comunicación, la mayor parte del sistema judicial, incluyendo la Suprema Corte, un bloque parlamentario que se niega incluso a leer las iniciativas del Presidente, con lazos nada despreciables con agencias de los Estados Unidos y sus medios corporativos, y que no obstante todo eso, se levanta cada mañana gritando “dictadura”, “Presidencia autoritaria”, “golpe de Estado”. Acaban de pasar por uno más de sus desencuentros internos: Acción Nacional trató de acotar las facultades del Tribunal Electoral para que no se metiera en la decisión de las candidaturas. La iniciativa la redactó quien ha sido acusado de liderar el Cártel Inmobiliario, Jorge Romero. Pero todo salió mal y acabaron metiendo reversa a su propia propuesta con el argumento de que habían escuchado a la “Sociedad Civil”, es decir, al patrón Claudio. El juego de éste es inundar con sus candidatos los espacios antes dominados por la burocracia de los partidos del McPRIAN y usarlos sólo como recipientes de sus organizaciones fachada. Así lo dijo claramente el hijo del ex presidente de la Madrid: “Aquí estamos ya los que vamos a ser miembros del Gabinete”. Durante los dos días que duró su foro se repitió una sola angustia existencial: cuál va a ser el método para decidir las candidaturas. Hay que entenderlos: muchos de ellos han tenido cargos públicos toda su vida, saltan de diputados a senadores, de secretarios a dirigentes del partido, cuando no es que han nacido dentro del presupuesto, como son los casos de Ruiz Massieu y de la Madrid. Así que, al aliarse, no les preocupa que se pierda la “pluralidad” que ellos mismos dicen defender, sino que habrá menos puestos que repartir. Y les urge un método que no rompa la alianza tan endeble entre los burócratas de toda la vida, como Santiago Creel del PAN y Beatriz Paredes del PRI, con Claudio X. González que ha dicho públicamente que se aguanta el asco que le dan los partidos (15 de noviembre de 2021) con tal de sacar a Morena. Este foro es para la foto que aminore el espanto que se provocan unos a otros, la desconfianza que se tienen, la posibilidad temida de una fractura.

A los asistentes se les entregó el programa de Gobierno redactado por Claudio X. González a través de la Sociedad Civil, AC, llamado “Que nadie se quede atrás”. En el documento hay ideas extrañas como, por ejemplo, una “libertad para alzar nuestra voz sin ser descalificados”, es decir, es una libertad de expresión sin la réplica de los otros, una suerte de grito en el desierto. Hay, también, una “libertad para que ningún gobernante lucre con la miseria”. En todo caso, no se trata de una libertad sino de estar en contra del clientelismo, como el de repartir balones con 500 pesos o el de la tarjeta rosa en el Estado de México. El resto de las siguientes 118 páginas hace pasar como propuestas de la oposición la mayor parte de lo que ya hace el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador: apoyos sociales, paneles solares, más hospitales, pensiones para adultos mayores, becas para jóvenes —sus “ninis” de apenas hace cuatro años— y hasta aumentos al salario, medida que, desde hace 30 años, PRI y PAN sostuvieron que era “inflacionaria” y prohibida por la ciencia. Han rectificado sus dogmas excluyentes que hicieron de una mayoría de la población algo desechable, pero no proponen nada que no esté ya en los planes de Gobierno de la 4T.

Ahora vayamos a lo dicho en el foro. Le pusieron un tema que demuestra la angustia de la fractura entre ellos: “gobiernos de coalición”, es decir, una especie de promesa de que serán buenos en el futuro. A lo que se refiere ese título del foro es a que, si bien ya tienen una alianza electoral y una legislativa para no hacer nada, también quieren prometer que serán Gobierno juntos, es decir, que se repartirán los cargos. Ahí hace todo el sentido el lema de su plan de Gobierno, “Que nadie se quede atrás”. Es decir, que haya cargos públicos para todos, para el McPRIAN y para las organizaciones de Claudio X. González donde están algunos militantes del no-partidismo y el siempre-diputado, como Álvarez Icaza o Xóchitl Gálvez.

Pero no les faltó audacia para envolver de ideas el reparto de cargos de una elección que todavía no ocurre. Por ejemplo, Diego Valadés, se aventó una idea memorable: que desaparezca el Presidente y se le sustituya por un coordinador. De verdad, y fue más lejos: dijo que los gobiernos deberían de ser “políticamente neutros”. Ya ni siquiera los neoliberales que pretendían que los presidentes fueran gerentes, Valadés quiere que sean humo. También propuso para ir con los nuevos tiempos del intervencionismo gringo, que se “internacionalizara la seguridad pública”.

Claudia Ruiz Massieu se preguntó abismada: “¿Hay que pintar las patrullas de un color cada vez que cambia un sexenio? Eso ilustra todo lo que tenemos que consensar”. Romero Hicks destapó una veta poética de la que uno, incauto como es, no tenía registrada. Dijo: “la diferencia entre lo que somos y lo que podemos ser es el tamaño de nuestros sueños”. Extrañamente, igual que en el plan de Gobierno, se robó una idea de López Obrador cuando dijo: “Ya tuvimos la Independencia, la Reforma y la Revolución ahora necesitamos una nueva transformación”. Como nadie le estaba poniendo atención, no pude ver muestras de desconcierto. Luego propuso: “Convocar a las mejores mujeres y hombres de cada trozo del alma”. No sabemos hasta la fecha si “el alma” y sus trozos son un municipio del país o acaso partes del INAI. Dijo otras linduras que sólo reproduzco aquí sin siquiera comentarlas: “No hay protesta sin propuesta”; “El Gobierno debe ser daltónico”; “El pasado en un lugar de referencia, no de residencia”; “Tenemos que captar las vibraciones y los pensamientos de todas las personas”.

A continuación Crespo presentó a Lilly Téllez como Senadora, pero evitó decir que llegó por la votación a favor de Morena. No reproduzco aquí los insultos y escojo sólo un delirio que, si bien ya le hemos escuchado antes, no deja de ser ameno: “La captura de la élite militar con dinero y contratos para imponer por la fuerza la continidad de este régimen. Y estos acuerdos con los criminales para que llenen de dinero y de votos al partido oficial”. Esta idea de que el Ejército va a reprimir a Lilly Téllez y de que los narcos van a rellenar las urnas, es de lo más excéntrico, pero obtuvo aplausos del público. La misma Téllez se soprendió y confesó: “Ya me habia acostumbrado a recibir gritos y no apluasos ahí en el Senado”. Estaba tan arrebatada que cometió un lapsus freudiano. Dijo: “En las orgasmizaciones”. De pronto, el moderador Crespo se despidió y se fue. Dejó a Marie Claire Acosta que, a su vez, fue sustituida por Xóchitl Gálvez, quien, de la nada, empezó a curarse en salud cuando dijo: “Los partidos han hecho candidatos a gente que dice que son indígenas pero no lo son”. A ella misma se le acusó de no ser otomí cuando fue directora de asuntos indígenas de Vicente Fox. Así que aclaró: “Yo no soy de partido. Llegué por los buscadores de talentos de Vicente Fox y ahí me he mantenido”. Así Xóchitl resultó un tanto ingrata con el partido, Acción Nacional, que la llevó al Senado de la República. De igual forma, Luis Carlos Ugalde, quien operara el fraude electoral del 2006 bajo la protección de Fox y de Elba Esther Gordillo, se dijo “sociedad civil”. Sin miedo a la desfachatez dijo: “Sociedad Civil somos las personas que no estamos sometidas a las jerarquías burocráticas y clientales del Estado ni de los partidos. Que no tenemos una vinculación de un interés de corto plazo por recibir beneficios y de extraer beneficios de los partidos de burocracias de los gobiernos y que, por tanto, navegamos en la vida, en la política, en los trabajos, sin una cultura del intercambio político clientelar. Y quienes estamos afuera de esa lógica clientelar partidista, nos llamamos la sociedad civil, fuera del circuito de la política”. Pero siguió el expresidente del IFE en 2006: “Hay unos que estamos informados y tenenos vocación cívica, pero hay otra parte de la sociedad civil que vive en franca apatía respecto de los temas públicos, que tiene poca vocación cívica, y escasos valores cívicos, de propensión, cuando se pueden compartir los beneficios de la corrupción o de oportunismo”. Ugalde usa aquello de que todos los mexicanos tenemos predisposición a la corrupción para justificar la suya propia en el desmpeño tan costoso para el país de la llegada de Calderón a la Presidencia mediante un fraude en el que un Secretario de Comunicaciones de Vicente Fox, Pedro Cerisola le decía al Gobernador de Tamaulipas,Eugenio Hernández, por teléfono: “Creo que te sobregiraste”. Pero de las creadores del “pueblo no existe”, llega ahora Ugalde para estrenar: “La sociedad civil no existe, prefiero hablar de votantes siempre y cuando tengan un liderazgo. El ciudadano es un ser escaso. Son más bien una comunidad de intereses tácticos”. Nos dejó sin palabras. No sé por qué no le aplaudieron.

De Beatriz Paredes sólo recobro dos frases: “La principal alianza es con los medios de comunicación. Reproducen nuestras ideas, por eso: bienvenida la libertad de expresión”. Demetrio Sodi, fue del PRI entre 1988 y 1994, luego del PRD, entre 1994 y 2005, y finalmente se afilió al PAN para la elección de Jefe de Gobierno en 2006, que perdió. Él hizo una propuesta que de tan radical, no la entendí: “Ciudadanizar a la gente”. Eso dijo. Pero también dijo que en Francia habia 8 mil gobiernos o que López Obrador inauguraba “banquetas”. No fue una buena tarde para Sodi. Pero tampoco para Enrique de la Madrid que asestó verdades como esta: “Necesitamos calidad de vida para poder vivir bien” o “Si encuentras la libertad eres un país desarrollado” o “Hay que reconocer que permitimos desiguales”. Su delirio más notable fue cuando de la Madrid aseguró: “Los integrantes del Gobierno de coalición ya estamos aquí y va a ser el mejor Gobierno en la historia del país”.

Gustavo de Hoyos no habló de su admiración por el fascismo salvadoreño de Bukele y sólo dejó una cosa clara: que la alianza opositora, sus marchas del INE, y este foro de coaliciones con todo y su plan ganador de Gobierno, eran idea de él, de Claudio X. González y de su esposa. Tampoco era una buena tarde para Santiago Creel. Aseguró sin miedo al libro de historia gratuito, que: “La primera coalición es el abrazo de Acatempan, entre Iturbide y Guerrero, vaya coalición”.

Todo terminó en un desvarío. No sé si estaban compitiendo por la alucinación más barata a la mano o, de plano, ese es el nivel de la oposición. Para cerrar con el disparate de oro, José Ramón Cossío asestó sus doctorados sobre la mesa cuando dijo: “El Presidente López Obrador se ha referido a la administración pública como un eletante reumático, pero es uno de los elemetos civilizatorios más importantes de nuestra realidad”.

Al final, después de horas de discursos, de egos, de que se les fue la transmisión, la pasarela para Claudio fue sólo lo que dijo Aureoles: una foto para que todo mundo sepa que se juntaron.

Fuente: sinembargo

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