La Décimo sexta Legislatura del Congreso en Quintana Roo, está a punto de convertirse en la peor representación legislativa en la historia política de la entidad, de acuerdo al análisis hecho por el Observatorio Legislativo.
Fiascos, mal manejo administrativo y político así como simulación de diputados que declaran ante medios de comunicación, una situación y votan incongruemente a sus palabras, son tan sólo el reflejo del análisis del último periodo de sesiones de la XVI Legislatura
Por principio de cuentas, el Observatorio señala que la organización de la llamada Junta de Gobierno y Coordinación Política, ha resultado “ un gran fiasco en materia precisamente de gobierno y coordinación, la etapa que le correspondió a Morena sufrió de continuos enfrentamientos al interior de su bancada y el periodo que lo representó la Diputada Reyna Duràn, como coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena, quien lo asumió después de unos enfrentamientos al interior del grupo, fue gris y sin avances en la agenda de trabajo del congreso; usó el tema de la pandemia para no convocar a sesiones, lo que originó que solo se realizaran el 50% de las sesiones de ese período legislativo, y también para no dar entrada a las iniciativas que presentaban los grupos parlamentarios para iniciar cambios en la organización de la Junta, lo que retrasó el trabajo legislativo y con afectaciones a la estructura de trabajo del congreso”, destaca el análisis.
Asimismo, el observatorio cuestiona la opacidad en el manejo de los recursos presupuestales Solo lo usó para difundir de manera limitada y sin ningún impacto su imagen para un posicionamiento político futuro.
“El siguiente período de coordinación de la Junta al inicio del segundo año de trabajos de la legislatura le correspondió al PVEM por lo que lo asumió el Diputado Gustavo Miranda como coordinador de esa bancada. Su trabajo ha sido de gran torpeza e ineptitud, ha ocasionado problemas en la representación del congreso y no resuelve los problemas políticos que se le han presentado, como con el sindicato de trabajadores del congreso, igualmente no ha logrado establecer una agenda de trabajo coordinada y su peor desempeño ha sido la mala atención a las demandas de los grupos feministas, con quienes no solo no pudo establecer un puente serio de diálogo, sino que incluso con sus decisiones de no proporcionar un servicio y atención en sus plantones, provoco la toma del edificio del congreso, e incremento la tensión de relación con esos grupos; tal parece que piensa que el tiempo resolverá esos conflictos. Por lo pronto igual que la anterior coordinación está usando la posición para “fortalecer” su imagen para el siguiente proceso electoral”, detalla el documento.
Otro tema que destaca el Observatorio es derivado de los cambios en la coordinación del congreso ha sido el retroceso en temas de cumplimiento de las obligaciones de transparencia.
“Sin embargo lo importante de observar y resaltar en este año, es de que con la conformación de bancadas políticamente opositoras al actual gobierno estatal, se preveía que por fin se podría contar con un poder legislativo independiente, que pudiese cuestionar -y no necesariamente confrontar- las políticas del poder ejecutivo y vigilar los trabajos de los municipios, a esta situación de mitad de la legislatura podemos afirmar que esa esperanza se diluyó, solo en algunos temas existen cuestionamientos aislados por alguno de los diputados”, precisa en su análisis el organismo.
Aunado a esto, el Observatorio destaca la incongruencia de legisladores. “También habrá que señalar que algunos de ellos han expresado que están trabajando conjuntamente con los ciudadanos, pero solo para posicionar su imagen como los diputados José Luis Guillén y Chanito Toledo, que han expresado respaldar las propuestas ciudadanas y al emitir su voto hacen lo opuesto”, indica el Observatorio Legislativo.
Fuente: cambio22
