Sabreen Jouda vino al mundo apenas unos minutos después de que su madre lo abandonara. La pequeña nació, ya huérfana y de forma prematura, mediante una cesárea de emergencia practicada a una mujer palestina muerta tras un ataque aéreo israelí en Gaza. El mismo bombardeo en el que también fallecieron su padre, Shoukri, y su hermana de cuatro tres, Malak. Un miisil de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) alcanzó su vivienda el sábado poco antes de la medianoche en Rafah, en el extremo sur de la Franja, a donde había ido a parar para refugiarse de la guerra entre Hamás y Tel Aviv.
Los cadáveres de los tres miembros de la familia fueron trasladados hasta un hospital kuwaití, donde los servicios de emergencia se percataron de que la mujer, Sabreen al-Sakani estaba embarazada de 30 semanas. El personal médico consiguió extraer a la niña, que estaba también al borde de la muerte, del vientre de la madre con éxito, aunque con dificultades respiratorias.
Le bombearon aire en la boca y le practicaron ligeros golpes en el pecho encima de un trozo de alfombra de colores. Gracias a ello, la pequeña Sabreen sobrevivió. Ya el domingo, horas después de la agresión israelí, la bebé ya se retorcía y lloraba dentro de una incubadora en la Unidad de Cuidados Intensivos neonatales en la Maternidad Al-Helal Al-Emairati, también en Rafah, al que fue trasladada tras nacer, donde permanecerá entre tres y cuatro semanas. «La bebé de la mártir Sabreen al-Sakani», podía leerse escrito a bolígrafo en un trozo de cinta adhesiva a modo de etiqueta en una de sus muñecas, que permitía identificar a la recién nacida.
En un inicio, informa la BBC, la bebé iba a llamarse Rouh, que significa ‘alma’ en árabe. Un nombre que había elegido su hermana Malak, de tan sólo tres años y a la que nunca conocerá porque también murió el sábado en el ataque aéreo de Rafah. Finalmente, la bautizaron como Sabreen Jouda en honor a su difunta madre.
«Su estado de salud ha mejorado, pero su situación es aún de riesgo«, dijo el domingo el director de la UCI del centro hospitalario emiratí, Mohammad Salameh en declaraciones a AP. «Esta niña debería estar en el vientre de su madre, pero le han quitado ese derecho», prosiguió.
A partir de ahora será la abuela paterna la que se hará cargo de la menor: «Es la hija de mi querido hijo. Yo la cuidaré. Es mi amor, mi alma. Es un recuerdo de su padre«, pronunció entre sollozos la anciana, mientras hacía gestos de sujetarse el pecho.
La bebé iba a llamarse Rouh, que significa ‘alma’ en árabe. Un nombre que había elegido su hermana Malak, de 3 años, a la que nunca conocerá porque también murió en el bombardeo israelí
Ya son más de 34.000 los palestinos muertos en la Franja de Gaza desde el comienzo del conflicto bélico entre Israel y la milicia islámica, de los cuales dos terceras partes son mujeres y niños según datos oficiales del Ministerio de Salud del enclave palestino. Sin ir más lejos, la agresión israelí de este pasado sábado en Rafah, en la frontera con Egipto, ha causado la muerte de un al menos 17 menores y 2 mujeres.
Huyendo de la muerte, más de los 2,3 millones de habitantes de la Franja se han apiñado en Rafah. Zona en la que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu lleva meses amenazando con perpetrar una ofensiva terrestre.
Fuente: ABC
