Zelenski: «El pulso entre el líder de Wagner y Putin confirma que Rusia va perdiendo la guerra»

El presidente ucraniano recibe en Kiev a varios medios españoles, entre ellos a ABC y COPE, en un encuentro donde asegura que si reciben artillería suficiente, «el final será más rápido»

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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, recibe a ABC y COPE en lo que se conoce en Kiev como Palacio de las Quimeras. Viste la habitual camiseta marrón, pantalón de campaña… Mira directamente a los ojos, a veces sonríe al responder y estrecha la mano muy fuerte. Asegura que su país no olvidará nunca la acogida de España a las desplazadas ucranianas con sus hijos y que no se sienten refugiadas entre nosotros. «Pero ellas están allí de visita. Esperamos que vuelvan a casa». Zelenski recibe a un grupo de periodistas españoles, en ese salón de su Presidencia que tantas veces hemos visto en los últimos 500 días, entre imponentes controles y medidas de seguridad.

Sobre la situación de la central nuclear de Zaporiya advierte que la instalación está minada por completo y controlada por hasta 5.000 «guerreros». «Nuestro personal de la central está preso. Y han deportado a sus hijos a Rusia como rehenes. Quizás algún día el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) pueda expulsar a los rusos, pero habrá que tener mucho cuidado. En sus planes está provocar un escape y habrá que tener mucha precaución con las minas».

En cuanto a los plazos de la contraofensiva es tajante: «La rapidez puede ser contraria a la seguridad. Nuestra gente no es un recurso como para Rusia. Nuestra gente es lo más importante». «No hablamos del politiqueo. Nosotros estamos en la vida real y la guerra es real. Con un precio muy alto».

Le pregunto a Zelenski por las víctimas civiles y militares tanto ucranianas como rusas y no me responde con datos. «Sinceramente no sé cuántas personas han muerto en las regiones ucranianas, ni cuántas hay en los campos de concentración. No sabemos cuánta gente hay enterrada en Mariúpol. En cada terreno que recuperamos encontramos tumbas, fosas y cuerpos torturados en los sótanos».

La revuelta de Wagner

«El conflicto entre Prigozhin y Putin se explica porque van perdiendo la guerra y se culpan unos a otros, y esta debilidad debe servir para expulsar antes al enemigo de nuestra tierra», comenta sobre la reciente revuelta del Grupo Wagner. El presidente de Ucrania cifra en 21.000 los mercenarios muertos en combate y 80.000 los heridos. «Los Wagner sólo tienen la opción de avanzar. Si avanzan, nuestros soldados los matan. Y si retroceden los mata el ejército ruso. No tienen opción».

Sobre el despliegue de estas milicias en Bielorrusia, Zelenski ha ordenado al Ejército aumentar el control de la frontera norte y siembra la duda sobre las fronteras de ese país con Polonia o Lituania.

Los socios de Ucrania también merecen una reflexión: «Si hoy recibiéramos artillería suficiente de la Unión Europea y de Estados Unidos, el proceso sería mucho más rápido en el campo de batalla. Si tuviéramos aviones modernos controlaríamos nuestro cielo y salvaríamos el 95 por ciento de vidas e infraestructuras».

Muy curiosa la respuesta sobre su riesgo personal: «Es mi elección y estoy orgulloso de vivir así. Pero a mí me quiere matar Rusia y a Putin le quiere matar todo el mundo».

La Cumbre de la OTAN en Lituania se presenta como fundamental. «En la OTAN no hay ningún ejército como el ucraniano. Gracias a Dios, para las demás naciones nosotros hemos utilizado ese armamento. Sin Ucrania miembro de la OTAN la Alianza no estará completa ni será segura. Para Rusia es una señal muy importante demostrar que nadie le tiene miedo y que ningún miembro de la OTAN abandona a los suyos. Si Ucrania no resiste, Rusia amenazará a un estado báltico o a países más pequeños».

Presión internacional

En cuanto a España y, en especial, refiriéndose a las refugiadas ucranianas en nuestro país: «No olvidaremos nunca la ayuda de España a Ucrania. Confiamos en España y agradecemos a Pedro Sánchez su invitación a la cumbre de la Unión Europea y América Latina, pero algunos países de América bloquean esta invitación».

«Solo puedo agradecer a España su acogida porque no nos sentimos refugiados. Solo puedo decir que nuestras mujeres e hijos están allí de visita. Y que volverán», añade.

A modo de conclusión, respecto al futuro de esta locura, Zelenski advierte: «La presión internacional acelerará el final, pero no todo el mundo se ha unido. Nadie se creía que esta guerra iba a estallar».

Fuente: ABC

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