La lucha de Britney Spears para liberarse del yugo de sus padres

Lleva doce años sin disfrutar de su plena capacidad. Todo podría cambiar en el juicio que ha empezado esta semana

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El movimiento Liberemos a Britney (Free Britney en inglés) se ha convertido en un fenómeno online decidido a salvar a la cantante de la Autoridad Parental que el juez otorgó a Jamie Spears sobre su hija en el 2008.

Durante los últimos 12 años, Britney Spears se ha visto obligada a obedecer las reglas de esta tutela judicial que impone decisiones sobre sus finanzas, su vida personal e, incluso, lo que puede publicar en sus perfiles de redes sociales. Las seguidoras de Britney han incrementado su fervor especulando que la cantante, de 38 años, podría ser prisionera de su padre y necesita ser rescatada. «Britney nunca ha tenido control de su vida. No me importa si te gusta o no su música, nadie merece algo así», escribió la página dedicada a las celebridades «Diet Prada» en Instagram.

Desde su comienzo, la carrera de la estrella del pop se ha definido por sus altibajos. Esta artista infantil de Kentwood (Louisiana) apareció por primera vez en Mickey Mouse Club de Disney cuando tenía 11 años. Spears irrumpió en la conciencia colectiva con su sencillo «Baby One More Time» y, desde ese momento, cautivando con su melosa voz y su abdomen expuesto, su falda de colegiala y dos trenzas con lazos; era la Lolita del milenio.

A medida que la fama subía, la vida de Spears se volvió más desordenada. Tras separarse de Justin Timberlake, se casó en Las Vegas con Jason Alexander, un amigo de la infancia. Una boda exprés de 24 horas. Un año después volvería a casarse con Kevin Federline, el padre de sus dos hijos, un bailarín de su equipo.

Poco a poco la vida de Spears se convirtió en carnaza de los paparazzi: andando descalza en una gasolinera, saliendo de un automóvil sin ropa interior, o conduciendo con uno de sus hijos sin llevarlo en un asiento para bebés. Entre el 2007 y el 2008, colapsa mentalmente en circunstancias documentadas injustamente por los fotógrafos que se vieron agravadas por su presencia: se afeita su propio cabello, ataca a uno de ellos con un paraguas y termina atada a una camilla tras un ataque de psicosis. Ante este colapso, un tribunal estableció que su padre tuviera control sobre su patrimonio y hoy todavía está vigente. Según una investigación del Times del 2016, la cantante no puede tomar decisiones personales o financieras sin la aprobación de sus tutores: su padre, Jamie Spears, y un abogado, Andrew M. Wallet. Sus compras más mundanas, desde una bebida en Starbucks hasta una canción en iTunes, se registran en documentos judiciales.

Pero el caso de Spears es raro porque, en los últimos doce años, ha trabajado intensamente; lanzando varios álbumes, realizando giras mundiales, actuando como juez en el programa de televisión «The X Factor» y, durante cuatro años, liderando una residencia en Las Vegas. El artículo del Times sugería que, si su aparente estabilidad continuaba, las restricciones podrían relajarse. En los años posteriores, sin embargo, la tutela se ha mantenido igual.

No controla sus bienes

Ahora, cuando su madre Lynne Spears ha presentado una demanda en la corte de Los Ángeles para ser incluida en esta tutela con la intención, presumiblemente, de ayudar a su hija, todo el mundo cuestiona su situación. La única vez que Spears ha discutido públicamente sus sentimientos fue en un documental de 2008, en el que comparó la tutela con la película el Día de la Marmota. Sugirió que su vida se parece mucho a una cárcel. Por tutelarla, su padre y abogado reciben un salario de 130.000 dólares y el 1.5% de los ingresos brutos de la residencia de Spears en Las Vegas. Bajo la supervisión de Jamie, el imperio financiero de Britney Spears ha florecido y muchos de sus seguidores consideran que está siendo explotada porque nada del dinero que ha ganado, o la vida que financia, está bajo su control.

Los hijos de Britney, Jayden (13) y Preston (8) pasan la mayor parte del tiempo con Federline, desde que el padre de Britney atacara a su nieto mayor y la cantante perdiera la mitad de la custodia sobre sus hijos. Federline es quien más apoya a Britney, quien apuesta por liberarla del yugo de su familia y su mayor aliado en su cárcel de oro, donde ella se siente impotente al no poder controlar su vida.

En mayo de 2019, un juez ordenó a un médico que examinara a Spears, pero nadie llevó a la cantante a ese reconocimiento. Mientras tanto, fuentes anónimas han sugerido que Britney podría haber decidido abandonar su carrera si eso significa escapar de su padre. Ante el juicio de Los Ángeles, sus seguidores gritan online bajo el hashtag #FreeBritney.

Fuente: ABC

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