La enfermedad de Parkinson se puede presentar en personas mayores de 60 años, pero existen casos en los que los síntomas comienzan desde los 40 años o, incluso, antes. Por otro lado, algunas manifestaciones como estreñimiento, problemas afectivos como depresión o ansiedad; problemas del sueño y para oler son síntomas que pueden aparecer de manera más temprana, hasta por varias décadas, antecediendo los síntomas que afectan la movilidad.
En México no existen cifras exactas sobre el número de pacientes que tienen Parkinson, sin embargo, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) estima que por cada 100,000 habitantes se presentan 50 nuevos casos de manera anual, y a nivel mundial se calcula entre cuatro o cinco millones de personas mayores de 50 años con este padecimiento.
El Dr. Héctor Rubén Martínez Hernández, neurólogo especialista en Parkinson y trastornos del movimiento, así como jefe de la Clínica de Parkinson del Centro Médico ABC, comenta que se estima que 1 de cada 100 adultos mayores de 60 años tiene Parkinson y en la mayoría de los casos, sus síntomas suelen relacionarse erróneamente con problemas propios de la edad y no con este padecimiento.
¿Qué es el Parkinson?
La enfermedad de Parkinson es una condición que afecta de una manera progresiva el sistema nervioso y las partes del cuerpo. Puede presentarse tanto en mujeres como en hombres, aunque existe mayor propensión en los hombres. Esta enfermedad no es contagiosa y, aunque existen algunos casos familiares o con una predisposición genética conocida, la mayoría no se relacionan con una causa genética directa.
Esta enfermedad se presenta cuando se pierden neuronas que producen neurotransmisores cerebrales, especialmente la dopamina, una sustancia que ayuda a la conducta motora, emotiva y afectiva de las personas.
Signos de alerta temprana del Parkinson ¡Identifícalos!
En términos generales, al hablar de Parkinson, de manera inmediata se relaciona con temblores del cuerpo, pero la realidad es que los signos y síntomas de esta enfermedad varían de persona en persona, por lo tanto, no todas las personas con Parkinson tienen temblor ni todas las manifestaciones de temblor son Parkinson. Solamente dos terceras partes de los pacientes con Parkinson tienen temblor, y los demás presentan una forma rígida de Parkinson, señala el Dr. Martínez Hernández.
La complejidad del diagnóstico oportuno y correcto radica en que los síntomas aparecen de una manera lenta y sin un orden en particular, incluso, en muchos casos, pueden transcurrir años entre que empieza la enfermedad y que algún síntoma se hace muy notorio.
Además, existen signos o síntomas que, de manera independiente, no necesariamente significan la presencia de Parkinson, pero si se presentan juntos, es recomendable asistir con un médico para una revisión más minuciosa.
Generalmente los síntomas se dividen en dos categorías, los síntomas motores que conllevan problemas de equilibrio y movilidad:
- Movimiento lento. Poco a poco la enfermedad provocará que los movimientos del cuerpo sean retardados o complicados de realizar.
- Rigidez muscular. Esto se puede presentar en cualquier zona del cuerpo y puede causar una sensación de “estar tieso”, presentar dolor o como una limitación en la amplitud del movimiento.
- Temblores. Son el síntoma más conocido del Parkinson y suele comenzar en las manos o los dedos, es común ver que aún cuando las manos o los pies en reposo tiemblen se presente y que al realizar alguna tarea física este temblor disminuye.
- Cambios en el habla. Se puede percibir que la persona comienza a hablar de una manera más suave o más rápida de lo normal, también se puede presentar monotonía en el tono de voz.
- Cambios en la escritura. Puede presentarse una mayor dificultad a la hora de escribir y el tamaño de la letra puede llegar a disminuir.
- Deterioro de la postura. La persona puede comenzar a adoptar una postura encorvada.
- Deterioro del equilibrio. Existe la posibilidad de caer o tener dificultad para mantener el equilibrio.
- Pérdida de movimientos automáticos. Actividades como parpadear, sonreír o el movimiento de los brazos al caminar se pueden ver reducidos o limitados.
Mientras que los síntomas no motores pueden desencadenar diferentes complicaciones en la vida cotidiana:
- Estreñimiento. El sistema digestivo funciona lento, por lo tanto, puede desencadenar estreñimiento.
- Incontinencia urinaria. La enfermedad de Parkinson puede traer consigo problemas de la vejiga, por lo que, las personas con esta condición no pueden contener la orina, o bien, podrían tener dificultad de orinar a voluntad.
- Cambios emocionales. Es posible experimentar diversos cambios emocionales como miedo, ansiedad, depresión o pérdida de motivación.
- Trastornos del sueño. Una persona con Parkinson puede presentar problemas para conciliar el sueño, despertarse durante la noche o muy temprano o dormir a lo largo del día. También es común presentar trastornos en la fase MOR (cuando los ojos se mueven rápidamente) o incluso, tener sueños vívidos.
- Dificultad en el procesamiento mental. Durante las etapas más avanzadas de la enfermedad, el paciente puede tener problemas cognitivos, con los pensamientos, ideas o conocimiento.
- Problemas para comer. Al verse afectada la capacidad motora de la persona, también puede llegar a presentar dificultad para comer, masticar y tragar en etapas avanzadas de esta enfermedad.
Otros problemas que se pueden llegar a presentar como consecuencia de esta enfermedad son: cambios en la presión arterial (disminución), problemas en el olfato al dejar de identificar algunos olores; fatiga constante por la pérdida de energía; dolor en una zona del cuerpo o de manera generalizada y una baja en el deseo o rendimiento sexual.
No se puede prevenir ni curar el Parkinson, pero sí dar una atención oportuna que mejore la calidad de vida de las personas
Hasta ahora no se ha identificado una causa para la aparición de esta enfermedad, pero sí se ha logrado detectar que existen algunos factores de riesgo que pueden relacionarse como los genes, envejecimiento prematuro, factores tóxicos e infecciosos, lo importante es que cuando identifiques algunos síntomas en ti o en algún familiar busques atención especializada ya que de esta forma se diagnostica de manera oportuna y tendrá la posibilidad de contar con tratamientos para el Parkinson que les den calidad de vida.
Aunque el Parkinson no tiene cura, una vez que ha sido diagnosticado, el paciente podrá tener un tratamiento con medicamentos que reemplazan la dopamina y que pueden ayudar a controlar los síntomas de una manera notable pero también, aquellos casos en los que los medicamentos no son suficientes para el control de la enfermedad, la cirugía será una alternativa para ellos.
En el Centro Médico ABC, a través de la Clínica de Parkinson y otros Trastornos del Movimiento, encontrarás un centro especializado en estos padecimientos que cuenta con neurólogos, neurocirujanos, neuropsicología, neuropsiquiatría y medicina interna, así como de un comité colegiado y grupo experimentado para la toma de decisiones y normativas para la mejor calidad de atención al paciente tanto para tratamientos farmacológicos como los que son candidatos a cirugía.
