La gran evolución de los pasatiempos tradicionales de la mano de las novedades digitales

La sociedad, desde tiempos inmemoriales, ha acompañado sus rutinas y obligaciones con momentos de ocio y relajamiento practicando actividades que fueran de su gusto

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Estas se conocen como pasatiempos y están junto a nosotros desde las primeras civilizaciones documentadas. Y es que, a lo largo del paso del tiempo, estas se han ido adaptando a las diferentes modas y tendencias del momento, y en la era actual esto ha pasado por la digitalización y la migración a las pantallas.

A continuación, revisaremos cómo algunas de las prácticas más populares en el tiempo libre de las personas han ido evolucionando y se han integrado de manera completa a la era tecnológica protagonizada por internet. Por mucho que algunas estuvieran muy arraigadas a un tipo de situación y de entorno, también han encontrado un lugar en el campo virtual en el que quedarse y seguir contando con muchos aficionados, incluso haciendo aumentar la nómina de estos al popularizar su actividad y abrirla a todo el público que quiera acceder a ellas.

Audio y vídeo a través de aplicaciones

Uno de los pasatiempos históricos es el consumo televisivo, al que le podríamos añadir también el cine tal y como lo concebimos. En la actualidad, ni a la televisión ni a los salones de cine se les augura un futuro boyante. Les ha surgido una competencia de nivel como es la de las plataformas de contenidos, también conocidas de forma no muy acertada como plataformas de streaming.

Estas ofrecen, cada una de ellas, un amplio catálogo a los usuarios por un precio mensual. Desde cualquier lugar y bajo demanda, se puede consumir el contenido que a uno más le encaje.

Bebiendo de la misma filosofía han llegado las nuevas maneras de consumir un medio tan antiguo como la radio. El transistor ya forma parte del pasado y ahora se reclama estar conectado a internet para seguir en directo el programa que está emitiéndose. A su vez, también se ha impulsado el consumo bajo demanda, como sucede en la industria audiovisual, aunque en este caso en forma de podcast y presentando una gran acogida en territorio mexicano. Estos son pequeñas piezas informativas bajo demanda que se ponen a disposición de los usuarios a través de la propia cadena que los produce o de plataformas especializadas.

Muchas de estas plataformas que cuentan con podcast en su catálogo también presentan música bajo demanda. Y es que tener las canciones favoritas nunca había sido tan fácil como hasta ahora. Las descargas ilegales, los lectores de discos o dispositivos MP3 ya no se llevan; actualmente, con una aplicación, de manera gratuita o bajo un periodo de suscripción, se puede tener una lista personalizada de artistas y temas favoritos siempre a disposición con un solo clic. Lo que antes parecía una total utopía, ahora es posible gracias a la consolidación de internet y al trabajo de algunas compañías.

Jugar pasa por las pantallas

Con la llegada de internet a los hogares, hay una actividad que ha reimpulsado su interés. Se trata de los videojuegos, los deportes electrónicos y todo lo que les rodea. Las máquinas de arcade de hace no muchos años son ya unas piezas para los más nostálgicos, y ahora están de moda las partidas multijugador que conectan los jugadores en un entorno virtual, o las aplicaciones de juego para celulares. Tal es su crecimiento reciente, que se ha convertido en una de las prácticas más demandadas en todo el mundo en el momento de disponer de tiempo libre.

En cuanto al juego online, hay algunos cambios de gran notoriedad. Hoy en día, los usuarios ya no se ven obligados a desplazarse hasta locales físicos, sino que hay casinos en línea y disponibles en tan solo clic. Entre las novedades que han ido presentando en estas últimas dos décadas, destaca el hecho de poder experimentar en vivo alguna de estas prácticas. Esto se puede ver en juegos como la ruleta online con crupieres reales al otro lado de la pantalla, que guían la sesión y hacen la experiencia más integradora, reduciendo la distancia que generan las pantallas.

Incluso clásicos muy longevos en el tiempo, como el ajedrez o los juegos de cartas, se han pasado a las pantallas. De hecho, han sacado aún más partido a todo el potencial que presentan sus actividades. Las partidas y los campeonatos ya no deben de esperar tiempo al producirse, pues siempre habrá otro usuario al lado opuesto de la pantalla también buscando ponerse a prueba. Además, también han crecido a nivel divulgativo, ofreciendo a sus millones de seguidores retos diarios, lecciones o academias para que, lejos de caer en la tan peligrosa monotonía, despierten aún más interés.

La literatura, también digitalizada

Industrias como la literaria se han visto obligadas, desde ya hace algunos años, a presentar su actividad principal de forma digitalizada. Aunque todavía no compite de tú a tú en número de lectores con el libro en formato papel, son de especial mención los libros electrónicos o e-books. Entre sus ventajas, permiten almacenar en un mismo dispositivo portátil y ligero miles de obras. Además, también ofrecen otros servicios al momento como definiciones para aquellas palabras más complejas, ampliar el texto acorde al nivel ocular de cada uno o traducciones para los lectores en otros idiomas al habitual.

Sin alejarnos mucho de las letras y para terminar, otro vivo ejemplo lo encontramos en los portales informativos como el que están leyendo. Hace no muchos años, la prensa en papel era uno de los tres pilares comunicativos junto con la radio y la televisión. Si estas dos se han ido digitalizando, también lo han hecho los periódicos. Esto ha causado que en la actualidad haya mucha más información que antes al alcance de todo el mundo, y que el número de portales haya crecido de manera exponencial: desde aquellos con información más generalista hasta los que buscan ocupar los nichos de mercado. 

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