Firma asiática de ropa, pionera en fast fashion, es acusada de esclavitud laboral

Pese a que Untold: Inside The Shein Machine no se encuentra disponible en todas las regiones, el periódico español El País destacó que en este documental se puede apreciar una escena en la que se muestra cómo varias mujeres se lavan el cabello durante su horario de comida puesto a que su jornada laboral, de hasta 18 horas, no les permite realizar tareas ni actividades básicas afuera de la fábrica.

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En los últimos meses Shein, una de las empresas asiáticas pioneras del mercado fast fashion, ha estado en boca de miles no sólo por los rumores que apuntan que sus trabajadores han pedido ayuda a través de las etiquetas de sus prendas sino que ahora, el documental Untold: Inside The Shein Machine, publicado por la cadena británica Channel 4, expuso las deplorables condiciones en que laboran sus maquiladoras.

El metraje de 45 minutos, en el que la periodista Iman Amrani destapó, con ayuda de una cámara oculta, las diversas formas en las que se violan los derechos humanos de los empleados del gigante textil, le dio la vuelta al mundo el pasado 18 de octubre.

Pese a que Untold: Inside The Shein Machine no se encuentra disponible en todas las regiones, el periódico español El País destacó que en éste se puede apreciar una escena en la que se muestra cómo varias mujeres se lavan el cabello durante su horario de comida puesto a que su jornada laboral, de hasta 18 horas, no les permite realizar tareas ni actividades básicas afuera de la fábrica.

De acuerdo con la plataforma de empleo Globalization Partners la Ley de Contrato Laboral de China establece que las personas empleadas no deben trabajar más de ocho horas al día o de 44 horas a la semana, en promedio. No obstante, el empleador puede llegar a extender la jornada laboral, pero no puede superar la cantidad de una hora adicional por día, mientras que las horas extra nunca podrán ser mayor a tres horas al día y 36 horas al mes.

“Aquí no existen los domingos”, se escucha decir a una empleada en el documental de Channel 4, donde también se revela que los trabajadores llegan a percibir, en el mejor de los casos, 4 mil yuanes al mes (menos de 11 pesos mexicanos) y algunos otros llegan a cobrar por prenda. En caso de que los empleados lleguen a cometer un error, son multados hasta con dos tercios de su salario diario.

La periodista Valeria González Cervantes reportó en SinEmbargo, en julio del año en curso, que la industria de la confección de ropa, especialmente de la moda conocida como fast fashion, se concentra en el continente asiático al representar el 55 por ciento de las exportaciones mundiales de textiles y prendas de vestir, y que pese a que en algunos países de la región han incrementado los bajos salarios que se ofrecen, sigue existiendo una relación dispar entre la productividad laboral, una mejor paga y poca seguridad dentro de los centros laborales e intensas jornadas de trabajo.

El reporte Empleo, salarios y productividad en el sector de la confección en Asia: Balance de las tendencias recientes, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), dio a conocer que en Asia se generan alrededor de 60 millones de empleos tan sólo en el trabajo formal, y millones más en el trabajo informal, siendo este último el que pone a la población trabajadora en mayor vulnerabilidad al no contar con protección social en ambientes de trabajo insalubres e inseguros.

La participación de Asia en las exportaciones mundiales de textiles y prendas de vestir ha crecido significativamente desde principios de la década de 2000, alcanzando un máximo del 58 por ciento en 2015, antes de disminuir a alrededor del 55 por ciento en 2019. La tendencia creciente sobre este sector fue impulsada en gran medida por China, en donde hasta 2015 se registró un crecimiento significativo de exportaciones en ambos sectores, luego tuvo una caída en este tipo de comercio al exterior, con lo que se compensó parcialmente su participación con exportadores como Vietnam, Bangladesh, Myanmar y Camboya.

En septiembre de 2021, China se despidió de la jornada 996, modalidad en la que se laboraba de 9 de la mañana a las 21 horas durante seis días a la semana, luego de que el Tribunal Popular Supremo declarara que este tipo de horarios infringían “gravemente” las leyes laborales del país.

“Los trabajadores tienen derecho a una remuneración correspondiente a su trabajo y a descanso y vacaciones con arreglo a la ley. Es obligación legal de los empleadores cumplir con las normas nacionales de jornada laboral”, se detalló en el documento compartido por el Tribunal.

La modalidad, descrita como un tipo de “esclavitud moderna”, tomó peso a lo largo del 2019 y las jornadas excesivas de trabajo terminaron por cobrar varias vidas.

Estos horarios laborales fueron defendidos por el empresario Jack Ma, fundador de Alibaba Group, quien llegó a apuntar que “trabajar con el 996 es una gran bendición” alegando que si alguien estaba interesado entrar como empleado al gigante tecnológico tendría que adaptarse a este modelo de trabajo.

“La fábrica tiene un sistema muy inhumano”, expresó Iman Amrani, la primera periodista en inmiscuirse a las entrañas de una de las fábricas de Shein, en Untold: Inside The Shein Machine.

Ante las críticas, el gigante del fast fashion emitió un comunicado en el que aseguró que iniciarán una investigación puesto que esta modalidad de trabajo viola el Código de Conducta acordado por los proveedores de Shein.

“Los estándares de Abastecimiento Responsable de SHEIN obligan a nuestros proveedores de fabricación a seguir un código de conducta basado en las convenciones de la Organización Internacional del Trabajo y las leyes y reglamentos locales que rigen las prácticas laborales y las condiciones de trabajo. Trabajamos con agencias independientes líderes como TUV, SGS, OpenView e Intertek para realizar auditorías sin previo aviso en las instalaciones de los proveedores”.

La revista de moda Elle destacó que con este modelo de trabajo y explotación implementado dentro de las maquiladoras chinas, la tienda virtual puede llegar a obtener hasta 2 mil prendas nuevas en una sola jornada.

QUÉ HAY DETRÁS DEL ÉXITO DE SHEIN

Además de mostrar las deplorables condiciones de trabajo dentro de una de las fábricas textiles, Iman Amrani también aborda en el metraje la fórmula detrás del éxito de Shein, empresa fundada por Chris Xu y valuada en 92 mil millones de euros, cifra que la pone por arriba de Zara y H&M, ambas de Inditex.

A través de entrevistas a diseñadores e influencers, la periodista descifró el modelo de mercado de la tienda en línea, que en mayo del 2021 se consagró como la aplicación más descargada en Estados Unidos, el cuál se basa en la maquila de prendas de moda a un bajo costo y el impulso de la marca en de redes sociales.

De acuerdo con Bloomberg News, la aplicación habría debutado con 6 mil 239 prendas, entre las que se incluían una blusa floral sin espalda con un costo de 5 dólares, pijamas moradas con estampado de dinosaurios a 10 dólares y un vestido con mangas de mariposa entallado a un precio de 22 dólares.

La empresa fundada en 2008 logró despuntar a nivel mundial durante la pandemia del coronavirus, periodo en el que también organizó Shein Together, su primer festival de entretenimiento digital, de la mano de artistas de la talla de Katy Perry, Lil Nas X, Rita Ora y Doja Cat, con el objetivo de recaudar fondos en beneficio del Fondo de Respuesta Solidaria al COVID-19 para la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Para lograr altos números de ventas, la empresa china cuenta con una gran colmena de micro influencers, quienes llegan a tener menos de 100 mil seguidores, encargados de generar contenido con prendas Shein para así poder incitar a sus seguidores a la compra con ayuda de un “descuento”.

En entrevista con la periodista Marta Godoy, de Business Insider, la influencer Isabel Bernal compartió que la marca de ropa la contactó vía correo electrónico para ofrecerle una colaboración.

“Ni conocía a Shein ni les seguía en redes, pero un día me levanté y tenía un correo suyo diciéndome que les gustaba mi contenido y que me ofrecían trabajar con ellos”, relató sobre su relación con la plataforma.

En México, por ejemplo, nombres como Kimberly Loaiza, Maite Perroni, Kenia Os, Mía Rubín Legarreta, Lorena Pizano, Priscila Arias, Mildred Feuchter, Pepe Urueta, entre otros, se han sumado al ejército de influencers de Shein.

Finalmente Iman Amrani destacó que además de las colaboraciones con influencers, la marca china suele ayudarse de ventas con cronómetro para generar sensación de escasez y cientos de etiquetas concretas para buscar prendas cuyo precio ayuda a adquirirlas y desecharlas en corto tiempo.

Fuente: sinembargo

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