Daño irreversible, si no se atiende contaminación del manto freático

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El manto freático de Mérida hasta los 10 metros presenta un avanzado estado de fecalización, mientras que el manto freático de los municipios del interior del Estado hasta los 40 metros contiene partículas cancerosas provenientes del uso indiscriminado de pesticidas, advirtió ayer el Ing. Humberto Reyes Montiel, integrante de Ciudadanos Hartos Asociación Civil (CHAC).

Si en cinco años el problema no se atiende, el daño será irreversible y lo mismo aplica al manto freático de los municipios del interior del Estado, añadió.
–Las autoridades no lo quieren creer; llevamos más de 100 conferencias de prensa y demandas, pero hemos encontrado oídos sordos de las autoridades; no nos contestan porque no le van a entrar, insistió Reyes Montiel.

Abandono

Para sanear el manto freático se requiere mínimo 12 años y muchos recursos; en cinco años el daño será irreversible; que tomen nota las autoridades, dijo.
Mencionó que la situación de desastre que presenta el manto freático es resultado de un abandono de 20 ó 30 años, y el problema debe atenderse en un par de años máximo; luego se requieren de 10 a 15 años para limpiar los mantos freáticos; si el Gobierno del Estado de Yucatán iniciara un proceso de limpieza con una ley y un presupuesto estatal anual durante 12 años mínimo, se puede limpiar en un 80 por ciento el manto freático.

–No es de una administración municipal o dos, sino de seis administraciones seguidas en el mismo proyecto, con presupuesto de Banobras, otorgado por ley por el Congreso para aplicarse anualmente en el tratamiento de las aguas negras de la ciudad de Mérida. Es un proyecto a largo plazo, al menos 12 años seguidos, o dos administraciones estatales; no debe interrumpirse por cambio de administración o de partidos.

El primer presupuesto que se debe contemplar es para sanear 125 mil fosas sépticas que tiene la ciudad y ver en qué condiciones están, si alguna vez han sido intervenidas o diseñadas correctamente, etcétera; se requiere saber mediante un censo catastral el estado físico de esas fosas y biodigestores, apuntó el entrevistado.
La Japay

–Son 125 mil predios que hay en Mérida, se requiere un presupuesto millonario; si yo estuviera en el Gobierno del Estado hubiera incluido en el censo del Inegi preguntas sobre el estado físico de las fosas sépticas, pero no se incluyó esa pregunta ya que tienen olvidado el tema, no le quieren entrar, no hay plantas de tratamiento de aguas residuales que alcancen para tratar las aguas de 125 mil fosas, no se sabe en qué estado están. La Japay tiene que responder muchas preguntas y por supuesto también la Conagua, indicó.

Puntualizó que hay colonias donde algunos predios utilizan los antiguos pozos como vertederos, hay agujeros que les llaman sumideros y ahí se van las aguas del drenaje; las casas que tienen sumidero, sus dueños no habilitan fosas sanitarias, ahí se va todo; está muy abandonado todo el control de las aguas residuales.
El usar pozos o sascaberas y sumideros es lo que ha prevalecido en 50 años; no es lo mismo la Mérida de 300 mil habitantes, que la Mérida de un millón 300 mil, remarcó Reyes Montiel.

Ya no se puede hablar provincianamente de sascaberas o cosas de los abuelos, ya no; esto ya es una urbe, y requiere drenaje, pero no hay tierra, todo es roca y si hubiera ésta, filtra el agua 40 ó 50 metros, pero aquí hay piedra y ésta escurre, los contaminantes llegan tal cual al manto freático y más allá 40 ó 50 metros de profundidad; eso es aquí en la ciudad.

En el campo la contaminación es de los pesticidas, es más peligroso que la fecalización; los pesticidas ocasionan cáncer a la gente; el uso indiscriminado de pesticidas prohibidos se van al manto freático y esa agua le dan de beber al pueblo y los diagnósticos de cáncer son cientos a diario, remató nuestro entrevistado.

Fuente: POR ESTO!

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