¿Por qué suenan los truenos?

El responsable es un mecanismo de expansión-contracción del aire circundante a un rayo

0
307

Uno de los fenómenos más espectaculares de la naturaleza son las tormentas, especialmente cuando se producen descargas eléctricas y sonidos ensordecedores. Desde la más remota antigüedad su presencia ha estado ligada a la ira de los dioses.

Lo primero que vemos en una tormenta, especialmente si tiene lugar por la noche, es la luz del rayo (relámpago), después viene el trueno, y a veces, retumbes posteriores de otros sonidos.

La diferencia de tiempo entre resplandor luminoso y trueno en muchas ocasiones es llamativa, esto se debe a que la velocidad de la luz es mucho más rápida que la del sonido: 300.000 kilómetros por segundo frente a un tercio de kilómetro por segundo.

Con ayuda de una calculadora, y tras un sencillo calculo, podemos deducir que, si entre el destello de un relámpago y el sonido de un trueno pasan seis segundos, el rayo ocurrió a, aproximadamente, dos kilómetros de distancia.

Expansión y contracción de aire

En un día claro la superficie terrestre está cargada negativamente mientras que en la parte alta de la troposfera predominan los iones positivos. A medida que se desarrolla una nube del tipo cumulonimbo la distribución normal de las cargas desaparece: en la parte superior y cerca de la nube las cargas son positivas, existiendo entre ellas una región con cargas negativas.

Poco a poco las cargas positivas comienzan a establecerse en la superficie, o sea debajo de la nube y es la diferencia de cargas la que se traduce en el consabido rayo.

La corriente eléctrica calienta el aire circundante a unos 20.000 ºC, una temperatura que hace que se expanda a enorme velocidad. Al mezclarse con el aire frío del entorno se produce un descenso brusco de la temperatura y se contrae. Es precisamente esa rápida expansión-contracción lo que se traduce en la aparición de una onda sonora que se desplaza en todas las direcciones: el trueno.

En otras palabras, el trueno se produce debido al calentamiento repentino que provoca un rayo en el aire circundante, el cual es, a su vez, el resultado de una lucha entre fuerzas elementales cargadas eléctricamente.

Los rayos no viajan en línea recta

El relámpago se percibe como un fenómeno único –un destello de luz- mientras que el trueno a veces suena como un estruendo prolongado en el tiempo. La explicación de este fenómeno se debe a que el sonido se desvía en muchas direcciones a medida que viaja por el aire, creando una serie de explosiones y ondas de choque, y porque las ondas rebotan en diferentes objetos (árboles, edificios…).

Por eso podemos deducir que cuanto más lejos se encuentra de nosotros hay más tiempo para rebotar con otros objetos y, por tanto, más elevada es la posibilidad de lo que percibamos como un estruendo.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que en condiciones normales el aire no es conductor de la electricidad y que a pesar de que nos lo imaginamos como una mezcla de gases homogénea y ordenada, es muy heterogéneo en donde hay diferente humedad, distintas presiones, variadas temperaturas y, además, corrientes.

Todas estas variables influyen de forma decisiva en el camino que recorre un rayo, siempre buscará el camino más fácil, aunque tenga que recorrer una distancia más larga. En Román paladino, los rayos no viajan en línea recta.

Fuente: ABC

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here