La OMS avisa del «problema global» de la infertilidad: afecta al 18% de la población mundial

La Organización Mundial de la Salud insta a «priorizar» esta enfermedad en las políticas sanitarias de los estados Apenas se constatan diferencias entre las tasas de los países avanzados y las economías en desarrollo: «Es común a todos», aseguran

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Casi un 18% de la población mundial, independientemente del lugar donde vivan o de sus medios económicos, ha sufrido de infertilidad en algún momento de su vida según un informe publicado este martes en Ginebra por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Un «problema global» que requiere de medidas específicas según la OMS, ya que tiene implicaciones de «gran alcance» para un 17,5% de la población mundial, que se traduce en, aproximadamente, una de cada seis personas que habitan el planeta.

«La fertilidad debe ser un asunto prioritario dentro de las estrategias de política sanitaria, que deben facilitar un mayor acceso a los tratamientos», afirmó el investigador Gitau Mburu durante la presentación de los datos.

El informe, el primero de este tipo desde hace más de diez años, aglutina más de un centenar de estudios realizados en múltiples partes del mundo entre 1990 y 2021 para consolidar la información relativa a la fertilidad y mostrar, de forma unitaria, la característica global que define este problema de salud.

Sin distinción entre países

Esta enfermedad, que afecta tanto al sistema reproductivo masculino como al femenino, se define como la imposibilidad de fecundar, en un plazo de doce meses o más, tras haber mantenido relaciones sexuales sin protección alguna. Un problema que no distingue de diferencias económicas, ya que la tasa de infertilidad se sitúa en un 17,8% en las economías avanzadas frente al 16,5% de los países en desarrollo. «Es común a todos», reafirman desde la OMS.

Según el estudio, el Sudeste asiático presenta las mayores tasas de infertilidad, con un 23,2%, seguido por el continente americano (20%), Europa (16,5%), África (13,1%) y el Mediterráneo Oriental (10,7%). Aunque el informe no señala las causas tras estas tasas de infertilidad por la falta de estudios clínicos en los informes de los que parte la investigación, desde el organismo de Naciones Unidas señalan algunos problemas comunes a la infertilidad, como las enfermedades de transmisión sexual o infecciones en los sistemas reproductivos. También se refieren a la contaminación como un factor a tener en cuenta aunque, como clarificó el investigador James Kiarie durante la presentación del informe, no hay información suficiente para verificar esta correlación.

Esta limitación a la hora de estudiar la infertilidad responde, según la organización, a la falta de estudios y de una metodología común y consistente para comparar los datos. Una asignatura pendiente que responde a la falta relativa de interés en este área concreta de la política sanitaria.

Salud mental y pobreza

Desde la OMS destacan que el problema de fertilidad supone un agravio especialmente grave para las personas con menor poder adquisitivo. Al estrés, ansiedad, estigma social y problemas en la convivencia de pareja que pueden provocar los problemas de fertilidad, se suma el aspecto económico, ya que en la gran mayoría de países es necesario financiar personalmente el tratamiento a un elevado coste, lo que puede empujar a la pobreza a las familias con menos recursos para llevar a cabo una fecundación in vitro u otro tratamiento para ser padre o madre.

«Millones de personas se enfrentan a costes de salud catastróficos después de iniciar un tratamiento contra la infertilidad, que se pueden convertir en una auténtica trampa para los afectados», señaló el doctor Pascale Allotey, director del departamento de salud reproductiva y sexual en la OMS.

Los expertos del organismo coinciden en que, a pesar de que la infertilidad es una enfermedad que existe a nivel mundial, no hay suficientes datos por edades, causas o países que permitan cuantificar este problema de salud. Sin estas informaciones, es difícil identificar a las personas que necesitan tratamientos o tomar medidas que reduzcan los riesgos, advierten desde la organización de las Naciones Unidas.

El factor edad

El director de la clínica de reproducción asistida IVI en Zaragoza, José Serna, señala el aumento de la edad media en las mujeres embarazadas como factor determinante que explica el aumento de la infertilidad. Ya que, cuanto más se retrasa, la calidad de los óvulos se reduce y provoca la aparición de este problema en mayor medida.

Así lo determinan los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), donde se constata que la proporción de nacimientos de madres mayores de 40 años se duplicó entre los años 2001 y 2019. En Europa, en 2019, la mayor proporción de madres mayores de 40 años se encontró en España (10% de todos los nacidos vivos), seguida de Italia (8,9%), Grecia (8,4%), Irlanda (7,9%) y Portugal (7,8%).

Un ámbito que requiere de mayores recursos por parte de las políticas sanitarias, según Serna, a lo que se suma las excesivas listas de espera en las unidades de fertilidad y la falta de medidas de prevención. Mientras que existen programas e información extensiva para la prevención del embarazo en edades tempranas, la ausencia de información respecto a los riesgos de posponer el embarazo supone un problema a tener en cuenta según el director del IVI.

En el caso de los hombres, la literatura científica es menos extensa, lo que dificulta aun más su tratamiento. Serna alude a un estudio realizado por la clínica en la que denotaron una reducción en el número de espermatozoides al comparar muestras de las últimas dos décadas. Sin embargo, su relación con la infertilidad todavía debe discernirse en futuras investigaciones.

Fuente: ABC

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