El difícil arte de decir que no

Mantén la confianza en ti mismo y en tu decisión. No te sientas culpable por decir “no” cuando es necesario para tu bienestar.

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“Solo diciendo ‘no’ podrás concentrarte en

las cosas que son realmente importantes”.

“Focusing is about saying no.”

-Steve Jobs

A algunas personas les cuesta decir que no, y se trata de una habilidad sumamente importante tanto para la vida personal como para la profesional. Así sucede porque mucha gente suele preocuparse de cómo será recibido el rechazo.

Gretchen Rubin, escritora estadounidense que trata temas vinculados a los hábitos, la felicidad y la naturaleza humana, afirma que quienes dicen que no, a menudo “racionalizan” su aceptación diciéndose a sí mismos frases como: “me cuesta poner límites”, “siempre hago un esfuerzo adicional y la gente se aprovecha de mí por eso”, “cumplo mis promesas a otras personas; pero tengo problemas para cumplir las promesas que me hago a mí mismo” o “no soy bueno cuidándome a mí mismo”.

No decir que no puede provocar agotamiento, sentimientos de resentimiento e incluso un fuerte malestar interno. Por eso, decir “no” a las expectativas de otra persona es una habilidad importante que ayudará a alcanzar objetivos y enfocarse en lo que es importante.

Claro que no es tan sencillo como “simplemente decir no”, especialmente cuando la solicitud viene de alguien que tiene mucha influencia sobre la persona que tomará la decisión por una variedad de razones (un familiar cercano, un superior o un buen amigo).

A continuación, comparto una lista de factores a considerar para decir “no” de manera efectiva y respetuosa:

1 Claridad y honestidad. Cuando digas “no”, sé claro y honesto en tu respuesta. Evita las excusas o las razones falsas, esto puede causar confusiones o desconfianza a largo plazo.

2 Autoconocimiento. Reflexiona sobre tus límites, prioridades y disponibilidad antes de responder. Comprende y valora tus propias limitaciones y no te comprometas en exceso.

3 Contexto y relación. Considera la naturaleza de tu relación con la persona que está haciendo la solicitud. En algunos casos, habrá que ser más flexible o explicar el “no” con mayor detalle.

4 Empatía. Trata de entender la perspectiva de la otra persona y cómo su respuesta podría afectarla. Una negativa acompañada de empatía puede ayudar a suavizar el impacto.

5 Alternativas y soluciones. De ser posible, ofrece alternativas. Si no puedes cumplir con la solicitud tal como se plantea, sugiere otras formas de ayudar o posibles soluciones alternas.

6 Tiempo y espacio. Si te sientes presionado para responder de inmediato, pide tiempo para considerarlo. Esto te dará la oportunidad de evaluar si es algo que realmente puedes o deseas hacer.

7 Lenguaje positivo. Utiliza un lenguaje positivo y agradecido en tu respuesta. Enfatiza lo que sí puedes hacer en lugar de enfocarte en lo que no puedes hacer.

8 Confianza. Mantén la confianza en ti mismo y en tu decisión. No te sientas culpable por decir “no” cuando es necesario para tu bienestar.

9 Práctica. Decir “no” puede ser incómodo al principio, pero con la práctica se vuelve más fácil. Ensaya cómo te gustaría expresar tu negativa antes de enfrentarse a situaciones reales.

10 Consistencia. Si has dicho “sí” en el pasado cuando en realidad preferías decir “no”, las personas podrían esperar lo mismo en el futuro. Establece límites claros.

11 Cierre amigable. Da una respuesta con un cierre amigable. Por ejemplo, puedes decir: “gracias por entender mi situación” o “espero que puedas encontrar la ayuda que necesitas”.

12 Autoestima y respeto propio. Recuerda que decir “no” es un acto de cuidado hacia uno mismo. Mantén una buena autoestima y respeta tus decisiones.

13 Di que “sí” (poniendo condiciones). “¿Puedo comenzar este proyecto la próxima semana y así darle más atención?». Si es un tema familiar: “¿Puedes ayudarme a terminar lo que estoy haciendo, mientras te preparo lo que me pides?”. O con los hijos, “Puedo jugar contigo media hora y luego tengo que volver a terminar mi trabajo”.

14 Delegando. “Este colega también sabe cómo hacer esto y tiene capacidad para realizarlo”.

15 Trade-off. Decir “no” para poder decirle “sí” a otra persona. Por ejemplo: “Si asumo este proyecto, me arriesgaré a no cumplir con una fecha límite importante”.

En conclusión, es importante considerar que existe un compromiso para con tu “yo futuro”. En un diálogo interno, piensa en frases como: “Si me agoto, no seré útil para nadie”, “quiero que mis hijos vean cómo manejar límites saludables”.

Finalmente, decir “no” de manera respetuosa y efectiva implica equilibrar tus propias necesidades y límites con las expectativas de los demás. Practicar esta habilidad será crucial para establecer relaciones más saludables y mantener un equilibrio en la vida, en cualquiera de tus frentes.

Decir no, significa que conoces tus límites, algo que me recuerda una frase de Thema Davis: “Decir sí a la felicidad significa aprender a decir no a las cosas y personas que te estresan”.

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