Nos pasamos la vida sobreviviendo y nos olvidamos de vivir

Úrsula Calvo, experta en mindfulness y meditación, explica en su libro 'Hacia yo ahora' las claves para recorrer la travesía que nos lleva de la supervivencia a la 'súper vivencia'

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No tienes que hacer las maletas, ni consultar un mapa, ni comprar los billetes o reservar alojamiento, ni siquiera tienes que llenar el depósito del coche… Para emprender el viaje que propone Úrsula Calvo en su libro ‘ Hacia yo ahora’ (Kailas Editorial) solo hay que recorrer «con honestidad, responsabilidad y confianza» el camino que conduce a despertar la consciencia que te permita recuperar la capacidad de tomar decisiones realmente libres.

La autora defiende que todos tenemos el potencial necesario para tomar las mejores decisiones pero que lo habitual es que vivamos desconectados de la «profunda sabiduría» que alberga nuestro verdadero «yo». Y esto sucede porque, tal como explica, nos perdemos en las circunstancias y en las situaciones que vivimos, nos dejamos llevar por ellas y tiramos la toalla conformándonos con lo que hay, como si fuésemos por el mundo con el piloto automático. «Nos pasamos la vida sobreviviendo, tirando de nosotros como podemos, pero no estamos aquí para soportar las cosas, sino para vivir», propone.

Por eso, plantea la necesidad de emprender una «travesía de la supervivencia a la ‘súper vivencia’» tomando como referencia la consciencia, esa que nos ayuda a entender que el pasado y el futuro son construcciones de la mente. «Siempre es ahora; cada momento es nuevo y puedes volver a decidir», recuerda la autora.

Tal vez pueda parecer fácil conectar con esa consciencia, pero lo cierto es que el ruido de la mente se impone y, como alerta la autora, terminamos dejando la toma de decisiones en manos del ‘impostor’, esa imagen falseada de nosotros mismos basada en creencias y pensamientos que están lejos del presente y que se guía por intereses ajenos a los nuestros. De hecho, una de las razones por las que nos cuesta conectar con nuestro «yo» es porque, tal como explica Calvo, lo habitual es que confundamos el «quiénes somos» con aquello que experimentamos.

La experta asegura que nos resulta difícil ver la diferencia entre las experiencias que tenemos y lo que realmente somos, pero cuando logramos apreciar esa diferencia se produce un momento liberador: «El hecho de estar triste no quiere decir que yo sea una persona triste, sino que estoy experimentando la tristeza. Y desde ese punto de vista la tristeza se puede manejar bien porque sabemos que es algo pasajero que estamos experimentando pero que no nos define de ninguna manera. Eso nos libera porque nos permite experimentar cualquier pensamiento, sentimiento y emoción de una forma más amplia, sin juzgarnos. Tomar el control es recuperar el ‘yo soy’ con independencia de la experiencia que esté teniendo», argumenta.

Y esta toma de control entronca directamente con la aceptación que, según aclara la autora, es algo muy diferente al concepto de la resignación, pues aceptar es creer «que lo que es, es como es» sin juicios de valor y sin nuestra interpretación basada en nuestra historia, nuestra memoria, nuestras vivencias y experiencias pues solo desde ahí, desde ese «aceptar que las cosas son como son» nos daremos cuenta de que lo que estamos viviendo no es algo terrible, sino que simplemente «es».

Hacia la consciencia
Pero entonces, cómo podemos conectar con la consciencia. ¿A través del pensamiento? Lo cierto es que no pues, tal como aclara la experta, «ningunas de las cualidades y atributos de la consciencia (como la libertad, el amor incondicional, la belleza, la confianza, la paz…) pueden encontrarse en un pensamiento». Sin embargo, la autora explica que, como nos pasamos el día generando constantemente pensamientos, en realidad nos resulta difícil acceder a ese espacio en el que se encuentran esos atributos de la consciencia. Así, si queremos belleza, pensamos en algo bello; si queremos confiar en algo sólido, intentamos conectar con un pensamiento que creemos certero a pesar de lo cambiantes que somos… Y así funciona nuestra mente. La consecuencia es, según plantea Úrsula Calvo, que en lugar de vivir la vida intensamente la vivimos como en un videojuego, es decir, pensando en cómo vivir y no viviendo la vida.

Por eso, una de las herramientas que propone para acceder a ese espacio del «yo soy» en el que se encuentran todas las cualidades de la consciencia es la meditación. « Meditar es simplemente prestar atención, observar y liberarnos de la inercia que nos lleva a boicotearnos con agujetas mentales, o lo que es lo mismo, de esos pensamientos que no aportan nada», explica.

En ‘Hacia yo ahora’ la autora aporta materiales como audios de meditación, reflexiones y ejercicios prácticos para fluir y confiar en uno mismo. Los dos primeros capítulos están dedicados a profundizar en las nociones conceptuales y teóricas del «yo» y del «ahora», mientras que en los siguientes se muestra la utilidad de la meditación y de la atención plena aplicada al día a día. Sin embargo la autora aclara que su obra no pretende ser un manual ni una publicación que aporte una fórmula exacta, sino que es una guía que cada lector podrá experimentar de un modo muy personal.

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