El nuevo puente tibetano une Sellano, uno de los pueblos medievales más bellos de Italia, con la aldea de Montesanto. Ha sido construido a 175 metros sobre el valle del río Vigi, lo que le convierte en el más alto de Europa junto al de Arouca, a 65 kilómetros de Oporto (Portugal). Los dos puentes son casi iguales tanto en longitud (gana el de Italia por un metro y medio) como en altura. A medio camino entre las ciudades de Foligno y Spoleto, este nuevo puente permite ver con otra perspectiva los bellos y salvajes Apeninos de Umbría, rodeado de naturaleza y de vistas impresionantes. Esta obra tiene la característica singular de ir cuesta arriba. Desde el punto de partida en Sellano hasta la llegada a Montesanto hay en realidad 68 metros de desnivel positivo.
El puente colgante más largo del mundo es el Sky Bridge 721, en la República Checa, aunque ‘solo’ se eleva 95 metros sobre el suelo.