Ricardo Monreal está viviendo el hielo presidencial y se le vienen tiempos complicados en el Senado con su propia bancada. El origen: La “traición” en la delegación Cuauhtémoc. Tal es la acusación de los bejaranos–comenzando por Dolores Padierna–, y de la propia Claudia Sheinbaum; pero sobre todo, así lo ha tomado el propio Andrés Manuel López Obrador.
Y su reacción comenzó por un mensaje con dedicatoria: “En Morena hay quienes sólo ven por sus intereses personales, de grupo, y no alcanzan a entender que el poder sólo tiene sentido si se pone al servicio de los otros”.
Luego descartó públicamente el nombre del zacatecano de los posibles candidatos a la presidencia en el 2024.
Este fin de semana, él –que no fallaba a uno sólo de los actos de AMLO en Zacatecas–, fue excluido, por órdenes del propio Presidente, del evento que se celebró en Jerez por el centenario luctuoso de Ramón López Velarde. Monreal reaccionó al desdén presidencial con un mensaje en sus redes, advirtiendo lo difícil que sería sacar adelante las reformas anunciadas por López Obrador si prevalece la polarización, la división y el encono. “Hay que darle vuelta a la página y buscar qué temas y qué tópicos nos unen y nos fortalecen como nación, para dar paso a una reconciliación nacional”, sostuvo el coordinador de Morena en el Senado.
Eso enervó aún más a Andrés Manuel. Frente a estas señales, los “duros” de Morena comenzaron a moverse. Intentarán cobrarle la derrota morenista en la alcaldía Cuauhtémoc (aunque lo cierto es que desde el inicio de la legislatura ansían esa posición para ellos). Pedirán incluso que se elija un nuevo coordinador.
Se ve difícil que Monreal se caiga. Es un político hábil.
Pero lo que más jugaría a favor de Monreal es que su principal contendiente en la coordinación de la bancada, Martí Batres, dejará su escaño. Y por lo que se ve venir, no tardará en hacerlo. Martí estuvo muy cerca de ocupar la Secretaría de la Función Pública, en lugar de Irma Eréndira Sandoval. Era una posición reservada para los radicales de Morena, pero los resultados electorales se atravesaron.
Será otra la misión de Batres en el gobierno.
Roberto Salcedo, segundo de a bordo de la SFP, quedó entonces como titular de la dependencia. No más olas ahí. Sólo el “castigo” a los Sandoval como ejemplo para los “ambiciosos”.
Para Ricardo Monreal los tiempos por venir lucen difíciles en su trato con Palacio Nacional y con su grupo parlamentario. Probablemente no lo tiren, pero lo debilitan.
Fuente: heraldodemexico
