Recientemente, el grupo Gallup publicó un reporte hecho a partir de una encuesta global para conocer las tendencias de la cocina en casa.
Como se describió en múltiples ocasiones, la pandemia provocó un retorno a la comida de casa y a que muchas personas, volvieran a cocinar. De hecho, los hombres se metieron más a la cocina y se redujo la brecha de género de quiénes cocinaban durante la pandemia. Muchas personas redescubrieron o descubrieron la cocina, al contar con disponibilidad para estar en casa.
En el nuevo reporte, se describe que esta tendencia está reduciéndose de nuevo en lo que parece un retorno a los roles tradicionales, en donde son las mujeres quienes más cocinan los alimentos en casa en relación con los hombres. Esta es una tendencia global que encuentra estos roles acentuados en países africanos como Egipto y Etiopía. La región de Latinoamérica se encuentra en segundo lugar entre las regiones donde son las mujeres quienes cocinan más en relación a los hombres. En Europa es donde más se cocina y se come en casa, en promedio, 7.8 veces por semana, es decir, por lo menos una comida de las que se consumen diariamente está preparada en casa. En general, la cocina de casa declinó en el año 2022 con respecto al año anterior, algo probablemente directamente relacionado con la vuelta al trabajo fuera de casa.
Curiosamente, las personas separadas son quiénes reportaron que cocinaban más y las personas que nunca se habían casado o juntado a vivir en pareja, son quienes cocinan menos. Esto revierte un poco la hipótesis de que cuando una persona vive sola es más probable que no cocine para sí misma, pues el trabajo doméstico que implica cocinar no valdría la pena para una sola persona. Aunque en la pandemia se observó que los jóvenes adultos eran atraídos por la cocina, en parte por las recetas virales de redes sociales, esta encuesta reveló que son los adultos mayores a nivel global, o sea, las personas mayores de 65 años, quienes cocinan más en casa, cuando se analiza a los participantes según su grupo de edad. En cuestión de nivel educativo, según la encuesta, las personas con menor nivel educativo tienden a cocinar más que las personas con mayor nivel educativo. Italia fue el único país donde los hombres cocinan más que las mujeres, y las causas de este hallazgo necesitan ser exploradas: ¿es una cuestión de ocupaciones, de experiencia o una tendencia ocupacional entre los hombres?
Estos datos que han sido cuantificados, necesitan ser complementados por futuras investigaciones donde se ahonde de manera cualitativa en las razones directas por las que existe por ejemplo, un incremento de la brecha de género en relación a la pandemia. Además, de que el trabajo doméstico relacionado con la comida no implica solamente cocinar, sino planificar la compra, administrar los recursos y también gestionar las sobras y la limpieza de la cocina. En muchas ocasiones, no es el trabajo de cocinar lo que resulta más pesado para las personas, sino todas las tareas de gestión de alimentos, la carga mental que conlleva la administración de recursos y la limpieza de la casa, incluyendo la cocina. Son estas tareas las que constituyen más una carga que el hecho de cocinar. Estos hallazgos muestran que existen aún muchas maneras de acercarse al trabajo doméstico y a los roles de género tradicionales.
Fuente: eleconomista
