La NFL es la competición deportiva más importante de los Estados Unidos. Desde hace décadas, decenas de millones de aficionados se agolpan en estadios o frente al televisor para ver los partidos de la liga de fútbol americano. Durante algo más de cinco meses, el país se paraliza los domingos para disfrutar y analizar la jornada. Pues el 16 de abril del año 2000 este deporte cambió para siempre. Ese día, los New England Patriots escogieron en la sexta ronda del draft a Tom Brady, la máquina de hacer dinero.
El que hoy día está considerado por unanimidad como el mejor jugador de la historia de fútbol americano, era un quarterback que apuntaba muy pocas maneras. «De pobre complexión atlética, carece de gran presencia física y fuerza, no tiene movilidad para quitarse la presión, no tiene un brazo fuerte…», rezaban los informes de la época. Y sin embargo, es el mayor acierto de la historia de la franquicia. Él lo sabía desde el minuto 1. «Soy el jugador de sexta ronda que será la mejor decisión que esta franquicia haya tomado en su historia», le espetó a Robert Kraft, dueño de los Patriots.
Brady comenzó su andadura en la liga con un contrato menor, acorde a su estatus de rookie de sexta ronda. Nadie podía imaginar lo que vendría a continuación. Hoy, más de 22 años después, todavía sigue jugando semana tras semana, aunque las tres últimas temporadas lo ha hecho defendiendo los colores de los Tampa Bay Buccaneers. En total, suma siete anillos, más que cualquier franquicia de la NFL. Y como tal, ha sabido llevar su éxito deportivo a su cuenta bancaria, aunque nunca ha sido lo más importante para él.
A lo largo de sus más de dos décadas como jugador profesional, Brady se ha embolsado alrededor de 330 millones de dólares, más que cualquier otro jugador. Y sin embargo, es menos de lo que hubiese podido ganar si hubiese sido tacaño. El legendario quarterback ha perdonado ciertas cantidades durante su carrera deportiva con el objetivo de que sus equipos pudiesen formar mejores plantillas. Por poner un ejemplo, solo ha cobrado más de 17 millones de dólares en efectivo en seis temporadas, cifras muy alejadas de las de otros jugadores menos lustrosos que él.
Tom Brady. GETTY
Lluvia de millones por comentar partidos
La estrella de Tampa Bay afronta la que debería ser su última temporada como profesional, algo que todavía no se puede confirmar tras el amago de retirada que tuvo la pasada primavera. Sin embargo, su futuro seguirá ligado al de la NFL y, además, de manera muy lucrativa. Fox Corporation anunció en mayo un acuerdo con el jugador para que, una vez ponga punto y final a su etapa como jugador, inicie otra como comentarista. Y lo hará ganando mucho dinero.
La compañía televisiva pagará a Brady 375 millones de dólares por diez temporadas, mucho más de lo que percibe ahora como jugador y mucho más que la media salarial de la propia liga de fútbol americano. La cifra, además, supera con creces a la de otros comentaristas estrellas de la televisión como Tony Romo, que en su día firmó 180 millones por 10 años con la cadena CBS.
Fortuna más allá del deporte
La fortuna de Brady se sustenta en su actividad como jugador, pero no ha sido su única fuente de ingresos desde el año 2000. El quarterback siempre ha tenido inquietud por diversificar sus negocios, invirtiendo en salud o en el sector inmobiliarios. Hace unos años lanzó su empresa ‘TB12’, enfocada en el estilo de vida saludable, priorizando la alimentación y la actividad física regular. Entre sus productos más destacados se encuentra el libro ‘The TB12 Method’, que en 2017 llegó a ser un best seller en Estados Unidos. Otra de sus firmas es 199 Productions, una compañía creada en 2020 para promover contenidos centrados en el mundo del deporte.
En cuanto al sector inmobiliario, Brady ha invertido en numerosas propiedades de diferentes ciudades del país por las que ha conseguido una plusvalía de más de 30 millones de dólares. La venta más destacada fue la de una mansión de 1.300 metros cuadrados en Los Ángeles que le compró el rapero Dr. Dre por alrededor de 50 millones -La familia Brady había invertido algo menos de 30 en su construcción-.
Por último, el quarterback también ha sido imagen de numerosas marcas y sus ganancias en este aspecto se estiman en cerca de 150 millones de dólares. Una de las más lucrativas ha sido Under Armour, que pese a no tener un sueldo cerrado le ha permitido obtener numerosas acciones de la firma de ropa que, con el paso de los años, ha conseguido multiplicar por ocho su valor, según la web Sportcasting.
Fuente: relevo
