Penúltima jornada en el Mundial de Fukuoka, con varias plusmarcas batidas y algunas imágenes para el recuerdo. La gesta del día la protagonizó Sarah Sjostrom, que además de ganar su quinta medalla consecutiva en los 50 metros mariposa, batió el récord mundial de los 50 metros libres. Gran parte del mérito reside en el hecho de que batiera la plusmarca veinte minutos después conquistar el oro, con el esfuerzo que ello supone. La final de mariposa y la semifinal de estilo libre son dos de las pruebas que se solapan. La sueca sorprendió con su gesta, al igual que hizo en los pasados Juegos de Tokio, a los que llegó recuperada de forma milagrosa de una lesión y logró subir al podio con una plata en los 50 libre.
Reservada ya solo al 50, donde no se requiere tanto volumen de entrenamiento, la campeona olímpica y ganadora de 21 medallas mundiales, sumó un nuevo oro en la final de los 50 mariposa. Intratable en las series eliminatorias, Sjostrom paró el crono en 24.77. A sus 34 años posee las 24 mejores marcas de la historia en esta prueba. Nadie ha conseguido desequilibrar su hegemonía en ocho años. La plata se la colgó la china Zhang Yufei y el bronce fue para la estadounidense Gretchen Walsh. Para comprender la dimensión del dominio de Sjostrom hay que destacar que del oro al bronce hubo siete décimas en una prueba de apenas 50 metros.
La sueca volvió a lanzarse a la piscina 20 minutos después para pelear el pase a la final de los 50 libre. No se guardó nada y batió el récord mundial (23.61), que era suyo desde el Mundial de Budapest, de 2017, con 23.67. Este domingo disputará la final, en al que no solo es favorita sino que podría volver a batirse a sí misma. También en las semifinales femeninas de 50 metros braza se batió un récord mundial. Fue la lituana y campeona de los 100 metros, Ruta Meilutyte, que va camino del doblete (29.30).
También la australiana Kaylee McKeown se confirmó la mejor nadadora en espalda después de que este viernes sumara el oro en los 200 metros a los conquistados antertiormente de 100 y 50 metros. Reina de la especialidad que pone a Australia en uno de los mejores momentos de la historia de su natación. McKeown igualó la gesta del chino Haiyang Qin, que el pasado viernes se convirtió en el primer nadador masculino en ganar las tres pruebas de un estilo que no es el libre, la braza (50, 100 y 200). La australiana marcó un 2:03.85 en su prueba favorita, muy por delante de la estadounidense Regan Smith, entrenada por Bob Bowman. El bronce se lo colgó la china Xuwei Peng.
Marchand disfrutó en la grada
En los 50 libre masculino, el campeón fue el australiano Cameron McEvoy (21.06), que voló y no quedó demasiado lejos de bajar de 21 segundos, una barrera que muy pocos han cruzado. La plata fue para el estadounidense Jack Alexy y el bronce para el británico Ben Proud. El francés Maxime Grousset se impuso en los 100 mariposa con 50.14, por delante del canadiense Josh Liendo y el estadounidense Dare Rose. Leon Marchand disfrutó en la grada aplaudiendo y felicitando a su compañero y compatriota. Los 800 libre fueron un paseo para Katie Ledecky, que flirteó en el primer tramo con el récord del mundo. segunda llegó la china Li y el bronce fue para la australiana Ariarne Titmus.
También Australia, con récord mundial (3:18.83), se impuso en el relevo 4×100 libre mixto. En él, Mollie O’Callaghan sumó su quinto oro. La plata fue para Estados Unidos y el bronce se lo colgó Gran Bretaña.
Fuente: ABC