Bullying entre niños, niñas y adolescentes: cómo identificarlo, prevenirlo y accionar

En México siete de cada 10 menores sufren o han sufrido algún tipo de acoso escolar, de acuerdo con el mapeo de la organización Bullying Sin Fronteras.

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Norma Lizbeth tenía 14 años, cursaba la secundaria en el municipio de Teotihuacán y sufría de acoso escolar hace tiempo, de acuerdo con los testimonios de su familia. El lunes 13 de marzo fue golpeada con una piedra a las afueras de la escuela por otra de sus compañeras mientras algunos estudiantes grababan la escena.

10 días después de la pelea se confirmó la muerte de Norma Lizbeth por traumatismo craneoencefálico derivado de los golpes. Su agresora tampoco tiene ni 15 años. Las autoridades locales afirman que ya están gestionando el proceso penal de justicia.

Es imposible no conmoverse con las imágenes, los gritos de los menores que aparecen en el video y las palabras que los familiares de Norma logran apenas pronunciar en entrevistas con los medios. Es una realidad: el bullying arrebata vidas.

Cifras para dimensionar el problema

  • En México hay casi 19 millones de niños de primaria y secundaria que sufren bullying al interior de sus escuelas
  • 7 de cada 10 menores sufre todos los días de algún tipo de acoso escolar
  • Durante 2022, en el consolidado regreso a las clases presenciales, los incidentes por bullying se dispararon cerca de 90% respecto de los años previos
  • 3 de cada 10 adolescentes de entre 12 a 17 años fue víctima de bullying a través de canales digitales
  • El 68% de los niños, niñas y jóvenes que sufren o sufrieron bullying presentan cuadros importantes de depresión y otros problemas de salud mental
  • El suicidio es la tercera causa de muerte principal en menores de entre 10 y 24 años

¿Qué es y cómo se expresa el bullying?

Esconderle los libros de matemáticas todos los días. Empujarle para que se caiga en el receso constantemente. Ponerle un apodo denigrante. Obligarle a que haga mi tarea de historia cada semana y amenazarle si no cumple. Quitarle su comida en repetidas ocasiones. Y por supuesto, insultarle, hacer chistes con su físico y golpearle.

En las escuelas se dan todos estos comportamientos entre los estudiantes y es crucial que el cuerpo docente, administrativo y las familias estén alerta para identificar y prevenir el bullying.

Cuando un alumno o un grupo de alumnos ejercen abusos y maltratos sobre otro estudiante de manera constante y prolongada se considera como bullying o acoso escolar. Aunque estas agresiones típicamente se dan al interior de las escuelas, también pueden presentarse en espacios virtuales o en espacios extraescolares.

¿Cómo identificar a un menor que sufre bullying?

Algunas de las señales que pueden leerse en niños, niñas y adolescentes que son víctimas de acoso escolar son:

  • Cambios repentinos de humor
  • Lesiones o heridas que no tienen explicación
  • Pérdida o daño de objetos personales
  • Menor rendimiento escolar
  • Aumento en la frecuencia de dolores de cabeza o de estómago
  • Cambios repentinos en los hábitos alimenticios como pérdida del apetito o atracones
  • Problemas para dormir o aparición de pesadillas constantes
  • Exceso en el interés por  pasar tiempo en el celular o la computadora
  • Excusas para no ir a la escuela
  • Evasión de cualquier tema relacionado con la escuela
  • Aislamiento social
  • Pérdida repentina de amigos o el interés de hacer amistades
  • Baja autoestima

¿Cómo saber si un menor es agresor?

Así como es posible identificar cambios en el comportamiento de un menor que está sufriendo acoso escolar, hay señales que pueden leerse en el comportamiento de los niños que ejercen abuso o violencia sobre otros:

  • Tiene problemas para generar empatía
  • Se frusta y pierde el control fácilmente
  • Tiene actitudes agresivas en otros entornos
  • Desea que su voluntar o deseos se impongan sobre todo lo demás
  • Tiene actitudes jactanciosas y de autosuficiencia
  • Se hace «la víctima» para justificar sus actitudes
  • Es irreflexivo y se muestra hiperactivo
  • Tiene problemas para aceptar las normas

¿Cómo accionar frente a un caso de bullying?

Los especialistas y organizaciones dedicadas a proteger las infancias coinciden en que la información, la escucha y el diálogo sobre el bullying y sus consecuencias son una medida fundamental para prevenirlo.

Desde casa, se puede empezar con implementar algunas dinámicas cotidianas como:

  • Observar con detalle los comportamientos y actitudes que tienen
  • Crear espacios para dialogar con ellos, platicar y escucharlos, es importante que sepan que pueden contar con su familia y que no será juzgado
  • Ofrecerles comprensión, atención, seguridad y tranquilidad cuando los menores cuenten alguna situación de acoso escolar
  • Refuerza su autoestima resaltando sus habilidades y virtudes y reconociendo el valor que tuvo al contar cualquier situación de acoso escolar
  • Comunica la situación a las autoridades de su escuela 
  • Abre oportunidades que amplien su grupo de amigos y amigas, llevándolo a otras actividades fuera de la escuela, con parientes o con vecinos que tengan su edad
  • Da seguimieto a sus comportamientos aunque el problema parezca haber desaparecido
  • Recomienda no responder de manera violenta a las agresiones y en su lugar acudir a su familia o los docentes

Para quienes son docentes o personal de la entidad académica se recomienda:

  • Implementar pláticas y políticas que desnaturalicen la violencia y creen conciencia entre los estudiantes sobre las consecuencias del bullying
  • Identifica los comportamientos de los alumnos a través de encuestas anónimas o creación de buzones anónimos de denuncia
  • Mantener canales de comunicación abiertos con las familias de los alumnos 
  • Identificarse como un ente responsable y regulador en los casos de bullying

Es fundamental poner sobre la mesa la problemática persistente del acoso escolar, particularmente después de que los estudiantes pasaran cerca de dos años sin asistir a las aulas. Las dinámicas familiares, emocionales y sociales de los menores tienen un reflejo en sus conductas; observarlas y accionar es crucial para prevenir este tipo de violencia entre niños, niñas y adolescentes.

*Este artículo utilizó cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, la Secretaría de Salud, el Módulo de Ciberacoso del Inegi, las cifras preliminares de defunciones en México del Inegi, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), la organización Bullying Sin Fronteras y la organización Save the Children.

Fuente: eleconomista

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